Habían pasado varias semanas desde que había dejado Seattle, el mismo día en el que asesine a Abby había partido hacía Jackson, en mi camino de regreso pude encontrar varios rastros de lo que debía ser el camino del grupo, seguramente ellos ya habían llegado a Jackson.
Todo parecía tan diferente, ya no tenía ese problema para dormir, incluso podría decir que dormía como una bebé a pesar de estar en medio de la nada y sola, toda esa paz que había necesitado tanto tiempo, por fin la tenía, pero estaba sola al final de día.
(Cuanto gusto me daría compartirla con Lex) *pensé mientras caminaba por una gran calle abandonada*
Tarde unas semanas en llegar a Jackson, para mi suerte el camino no fue nada del otro mundo, unos cuantos infectados y unos bandidos que no tuvieron una sola oportunidad contra mí, Jackson parecía ser otro lugar, cuando me fui todo estaba cubierto por la nieve, ahora todo era verde y el olor a humedad inundo mis fosas nasales.
Era lindo ver a Jackson así, después de identificarme y que me dejaran pasar el primer sitio que quería visitar, además de mi casa para darme una buena ducha era la casa de Lex, aún con mochila en hombro me dirigí a su casa. Al tocar la puerta nadie me respondió, cosa que me extraño, pero lo seguí intentando, una y otra vez, pero el resultado era lo mismo.
Entendía que Lex estaría enojada conmigo, pero no a este punto en el que no me quisiera ver, (Tal vez solo necesite tiempo) Pensé mientras caminaba hacia el patio para llegar a mi casa.
Al abrir la puerta todo tenía un olor a guardado impresionante, me sorprendía pues solo había estado afuera por unos meses, abrí las ventanas con desesperación para deshacerme de este olor y fue cuando vi mejor toda mi casa, había cosas por todos los lados, en el sillón que tenía había unas cajas que nunca llegue a desempacar, mi cama ni siquiera tenía cobijas, solo mantas desordenadas encima. Esto era el ejemplo perfecto de como me sentía, algunas cosas con orden y otras simplemente no y la que ordenaba todo mi desorden mental era Lex, quien ahora no quería verme.
Con un pesado suspiro me senté en la cama, ¿Qué era lo que estaba haciendo? No tenía ni la más remota idea, todas mis acciones se sentían desesperadas, como si me estuviera ahogando y necesitara una bocanada de aire, ir a Seattle lo fue, matar a los amigos de Abby lo fue, matarla lo fue. Pero no eran más que eso, bocanadas que me dejaban respirar un poco más, bocanadas que me regalaban un poco más de vida.
Habían pasado semanas y Lex no salía de su casa, la única que había visto salir era a Ina y cada vez que me le acercaba se daba la vuelta evitándome, harta de vivir, así me le plante en la entrada de su casa, si nadie me iba a dar una explicación yo la iba a exigir. Después de estar un rato esperando, pude ver como Ina regresaba de su turno, se le veía cansada, pero su cara solo se hizo más larga cuando me vio sentada en su pórtico.
— Ellie *dijo sin emociones pasando a un lado mío*
— Ina...
— No te voy a decir nada de mi hermana, ya deja de intentarlo, solo... para *dijo y entro cerrándome la puerta en la cara*
— Ina por favor, necesito saber si está bien, sé que volví a equivocarme, pero de verdad quiero a tu hermana, la amo más que a mi propia vida, y sé que probablemente me odie, pero yo la amo con cada parte de mi ser, solo déjame hablar con ella, solo unos minutos, por favor...
Escuche como Ina regreso hacia la puerta y la abrió de repente, hasta ese punto había analizado que Ina ya había crecido mucho, ya no era aquella pequeña que me llegaba a la cintura, ahora la veía a los ojos, incluso podría decir que era unos centímetros más alta que yo.

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Protect me | Oc X Ellie
FanfictionLex es una niña de 14 años que se las arregla para sobrevivir el día a día en la zona de cuarentena en Boston, pero en unas cuantas horas todo su mundo cambiará y no solo el de ella. Este fanfic está basado en el juego de consola The last of Us y Th...