Trillizos - changlix

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—Entonces, ¿Qué me cuentas? ¿No se supone que hoy debes impartir clase como tutor?

Changsul dejó su teléfono en la mesa de la sala y miró a su hermano mayor.

—Hoy toca clase pero Lixie no vendrá porque estará ocupado en algo, probablemente venga el fin de semana para tomar sus clases. —Respondió jugando con la pajilla de su limonada, Bangchan se rascó el cuello nervioso por el plan que tenían, estaba seguro de que terminaría por arruinar todo.

—Oh, ¿de verdad? Que interesante.

—¡Muy interesante! —Repitió Bangchan en voz alta, Changbin le dio un golpe disimulado en la pierna porque ahora estaba actuando demasiado obvio. Aunque le agradece a los cielos que Changsul no sea tan listo como para notar algo.

—¿Y qué cuentan ustedes? —Les cuestionó el pelimorado observándolos con detenimiento, especialmente a Bangchan que no dejaba de reírse de cada cosa que decía. —Oye, amigo. ¿Qué cosa es tan graciosa? No es muy lindo reírse de las personas, ¿sabes?

Changbin maldice en voz baja pero en ningún momento deja su estado de tranquilidad, sólo espera que Bangchan no abra su bocota o entonces no tendrán ninguna pista sobre la cita.

—¡N-No! Yo..no me reía de ti. —Se excusó Bangchan más nervioso que nunca, miró unos cuantos segundos a su jefe gruñón el cual le susurraba algo como: Piensa en algo para distraerlo, es un tonto pero no tanto. O al menos eso fue lo que entendió. —Lo que sucede es que yo..me encuentro nervioso porque es la primera vez que veo a alguien como tú, ¡c-como usted!

Changsul alzó una de sus cejas de manera interrogativa y Bangchan sintió que el alma se le saldría del cuerpo por esos ojos que le observaban, ¿por qué había sugerido sabotear las citas? Era un pésimo plan, uno muy malo.

—¿De qué hablas? Todos los días le observas la cara al tonto de mi hermanito Changbin, ¿cómo qué es la primera vez que ves a alguien como yo? —Se rió con ganas el trillizo menor, demasiado divertido con las ocurrencias del empleado de su hermano, Changbin suspiró aliviado.

Su hermano aún no sospechaba nada.

—Oh, sí, yo..me refería a su personalidad extravagante. —Se excusó jugando con sus manos muy nervioso, el trillizo menor dejó la pajilla de su limonada y se relamió los labios confundido.

—¿Me dices extravagante por el cabello morado? ¿Eso qué tiene de extravagante?

—Joder, Changsul. —Gruñó Changbin con fastidio y le lanzó uno de los cojines del sofá, Bangchan tomó de su bebida para evitar soltar otra palabra que lo pusiera en evidencia. —Cierra tu bocota y deja a Bangchan en paz, de cierta forma entiendo que él este así. Tú sacas de quicio a todos.

—En especial a ti, querido hermanito.

—¿Ya lo sabes, no?—Cuestionó el pelinegro irritado, bebió un gran trago del whisky que estaba en el vaso de cristal y suspiró con frustración. —Creo que te subestime un poco.

—Puedo ser muy idiota a veces. —Expresó el pelimorado con diversión en su voz, se levantó del sofá para sentarse en medio de los chicos y rodeó el cuello de ambos amistosamente con sus manos. —Sin embargo, no lo soy tanto como para no darme cuenta de lo obvio.

—¿Bangchan exageró demasiado?

—¡Fue realmente obvio! —Exclamó Changsul eufórico, pequeñas risitas salieron de sus labios y Changbin se contagió uniéndose con él. —¡Era como si tuviera un papel pegado en la frente!

—Lo siento, jefecito. —Se disculpó el chico encogiéndose de hombros, Changbin le miró y negó indicando que no sucedía nada, no era para tanto.

—¿Y? ¿Vas a soltarlo ya o no?