Capítulo 16

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Narra Nat:

Desde que regresé al océano, mis amigos que sabían lo que hice, me reconocieron se inmediato, sobretodo porque Raya me encontró al cruzar las olas, él le dijo a los delfines, quienes le dijeron a las anguilas eléctricas, lo supieron incluso los tiburones; y es que es simple, la sirena más hermosa y traviesa ha vuelto de revoltosa.

Aunque la verdad es que, no puedo jugar con nadie, porque la razón de mi felicidad posiblemente ya esté casado con otro joven y yo solo estuve de más en su vida en estos tres meses. Lo peor fue cuando tuve que presentarme en el trono, justo ante mi padre, tenía tanto miedo; él debe estar más furioso que nunca conmigo.

- Hola papá.

- ¿Así que era cierto? ¡Tuve dos hijas, que se convirtieron en dos hijos por simples humanos!

- Padre, desquita tu frustración conmigo, grítame, golpéame... ¡Haz lo que quieras, pero no le faltes el respeto a mi príncipe por favor! - En el océano no se sienten las lágrimas, pero sabía que estaba llorando.

- ¿Frustrado? ¡Creo que estás usando la palabra equivocada! ¿Fuiste con la bruja aún contra mi ley?

- No culpes a mi tía; fue mi decisión convertirme en humano para estar con él.

*Han pasado cuatro meses*

Mi padre se quedó en silencio antes de pedirme que me retirara a mi habitación; después de eso, no volvió a hablarme en estos cuatro meses, lo único que supe, es que retiró el exilio de mi tía. En parte, sentí mucha alegría, porque sé que el hecho de no acusar a mi tía de mis errores, es lo que le valió para que mi padre quitara su castigo.

Mi tía se convirtió en un pilar para mí, ella me apoyó y me ayudó a dejar atrás aquellas ideas de que el amor es perfecto para todas las personas, porque para mí no lo fue, perdí a Max. Aunque a veces a mi tía se le pasaba la mano, como cuando propuso que me casara con un pez payaso para que me hiciera sonreír de nuevo.

- Tía, no digas locuras... - Sonreí un poco.

- Pero, sonreiste.

- Bell te extraña, dice que quisiera jugar contigo otra vez.

- No creo estar listo para ir a la superficie, Raya.

- ¿Aún lo amas?

- Jamás dejaré de amarlo.

- ¿Y por qué no vas a buscarlo? - Preguntó mi tía.

- Porque está casado tía, no existe la posiblidad de que él me ame y también a su esposo.

- ¿Y si esa persona a quién ama eres tú?

- Eso ya no importa, jamás me lo dijo.

Por más que tratan de convencerme de que vaya por Max, no he movido ni una sola de mis escamas para volver a sus brazos, porque no estaré de más en su vida, prefiero que sea feliz. Pasé otro mes bajo el agua, hasta que un día me topé con mi padre, Tritón me regañó por la forma cobarde en que estaba actuando.

- ¿Por qué me llamas cobarde, papá?

- Pórtate como mi hijo, por una vez en tu vida... Así como tuviste el valor de ir con tu tía para ser humano, ten el valor de enfrentarte a tus sentimientos.

Esas palabras fueron tan dolorosas, mi padre jamás me había hablado de esa forma, se escuchó tan cruel la manera en que se expresó de mi cobardía; pero dio justo en mi orgullo. Jamás permití que nadie me hablara así, por lo que por primera vez en cinco meses, decido ir a la superficie, quería ver a Bell y conversar con ella.

Amor De Sirena "MaxNat"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora