Adiós

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Tengo los pulmones manchados de nicotina y los ojos sucios de humo.

Sin embargo lo que me mata son los cristales que se me clavan en el corazón envenenados de soledad.

Por favor, ponme música traquila y calma esta ausencia.

Baila un poco de jazz y alegra esta fiesta llena de dolor.

La vida se me escapa, estoy llena de indiferencia.

Ponme algo de música. Baílame un poco. Alégrame y sácame del pozo en el que me estoy metiendo de nuevo.

Me arranco los puñales y me desangro sobre el mármol.

Adiós es para siempre.

Los muertos no pueden morir.

CONFESIONES DE UN CORAZÓN QUE NO LATE - TLPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora