Capítulo 9: Te amo

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Me sentía realmente mareado, pero aún así seguía bebiendo, porque quería perderme en el alcohol y no sé, tal vez animarme a hacer algo más..., fue entonces que vi que al idiota de Bert acercándose a Gerard, ¿qué pretendía? ¿a caso iba a coquetearle en mis narices? Entonces decidí intervenir, dirigirme a donde se encontraban, porque no se iba a meter con mi chico ¿mi chico? ¿dije eso?. Bueno, me aproximé hasta ellos, pude notar que Gerard al igual que yo y que todos en el apartamento, se encontraba ebrio, por lo que lo rodeé con mis brazos para alejarlo de Bert.

- ¿Cómo estás Gee? Has bebido mucho ¿No?

- No tanto como tú – Me respondió con una sonrisa en sus labios, acercándose un poco más a mí para abrazarme

- ¿No quieres que vayamos a mi habitación? - Pregunté

- ¿Para qué? - Cuestionó con sus mejillas un tanto sonrojadas

- Para estar lejos de todo esto. Hay mucho ebrio aquí – Gerard sonrió y asintió, por lo que nos dirigimos a mi habitación. Nada más entrar y cerrar la puerta a mis espaldas, estreché tan fuerte a Gerard entre mis brazos.

- Te quiero Gee, te quiero – Comencé a decirle mientras aspiraba el olor de sus negros cabellos

- Yo a ti Frankie – Respondió él – Te voy a extrañar

- ¿Por qué? – Cuestioné incrédulo

- Porque te casarás, ya no estarás aquí

- No, no me voy a casar, yo quiero quedarme aquí contigo Gee – Le dije separándome de él y mirando fijo esos hermosos ojos verdes, tomé sus mejillas, me acerqué a sus labios y entonces pasó, lo que había estado deseando sucedió, nuestros labios se unieron y sí, estaba alcoholizado, pero lo que me hizo sentir con ese beso es algo que no puedo olvidar, y es que perdí el control, solo quería quedarme así con él, sintiendo sus labios entre los míos, deleintándome con su sabor y con todas las sensaciones que estaba experimentando tan solo tenerle así. Sentí como colocó sus brazos en torno a mi cuello, mientras que yo llevé mis manos a su cintura.

Ni siquiera sé cómo llegamos ahí, pero cuando recobré la noción del tiempo y me separé de él para mirar de nuevo sus ojos verdes, ya estábamos en la cama, yo sobre él. Gerard me miraba un tanto agitado y yo sólo quería seguir besándolo y no dejar de hacerlo nunca. Y entonces lo dije: "Te amo Gerard", él se me quedó mirando para después jalarme de nuevo hacia sus labios y yo más que complacido volví a su boca, y es que después de ese momento no había para mí nada más delicioso y adictivo que los besos de Gerard Way.

No sé cuánto tiempo estuvimos así, pues para cuando me separé de Gerard, sus labios estaban completamente rojos y respiraba tan pesadamente. Yo en lo único en lo que podía pensar era en que quería hacerlo mío, pero no sé qué estupidez salió de mis labios, tal vez por lo ebrio que me encontraba, que hizo que él se molestara. Me acerqué a su oído y le dije:

- ¿Me vas a dar mi despedida de soltero? - Pero Gerard no respondió. Lo miré a los ojos y éstos estaban acuosos, pareciera que estaba a punto de llorar

- No Frank, yo no quiero estar contigo, no así – Respondió. Entonces se puso de pie y se aproximó hasta la puerta, sin embargo alcancé a tomarlo del brazo

- Gee, perdón por lo que sea que dije

- Esto es un error Frank

- No Gee, yo te quiero, te amo...

- Pero te vas a casar

- No me voy a casar

- Estás ebrio

- Tú también – Le dije

- No tanto como tú

- Por favor Gee, no te vayas, sólo... sólo quédate aquí conmigo, sólo déjame abrazarte, por favor – Y entonces comenzó a sollozar, por lo que lo abracé tan fuerte, dirigiéndonos de nuevo a la cama, donde así abrazados nos recostamos y me perdí mirando sus ojos verdes.  

La vida perfecta de Frank (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora