Almas viejas...

-My ears have been blessed-

-Angie Snyder-

-Bienvenido a mi casa, bueno la de mi abue.

-También es tu casa, querida Angie.

-Abue!!!

Estaba ahí sentado en su sala, tranquilo, feliz, despierto, no pude hacer más que correr y abrazarlo.

-Cuidado, no soy tan fuerte Angie.

Solté una pequeña risa de nostalgia pero me separé agobiada por su comentario.

-Que? Por que lo dices abue?

-Tu madre vino a verme en cuanto te fuiste, me llevo al médico y dijo que... oh hola Aidan, no te había visto.

-Hola George me alegra que hayas despertado, tenías muy preocupada a Angie y a mi con ella.

Yo me sonroje por eso último y mi abue se río, deja de hacerme sonrojar frente a mi abuelo ojos de moco.

-Bueno abue, que decías sobre el médico?

-Mhm? No nada interesante, Aidan no se supone que estabas Seattle?

-Seeeh se supone que debía pasar esta semana allá pero... verás George hay una hermosa niña que aún que me regaño necesitaba estar aquí, con ella.

Se acercó a donde yo estaba y tomó discretamente mi mano, ahora soy una fresa.

-Mhm, ya veo, debe ser una chica muy linda y especial si te hizo venir hasta acá.

Mi abue le hablaba a Aidan pero su mirada estaba en mi, a ambos les falto decir mi nombre completo y tipo de sangre para dejar bien en claro que hablaban de mi.

-Si bueno, es una niña muy única y sin duda preciosa George.

-Si... puedo verlo, Angie, por que no le muestras la casa a Aidan eh?

-Si ven, te mostrare la casa Cygnus.

-Yo te sigo Lyra.

-Oh, espera, abue, te traje desayuno.

-Oh, gracias Angie.

Le sonreí y el comenzó a comer.

-Y la parte final del recorrido, mi habitación.

-Uuhhh yo había visto esto pero solo por una pantalla, es lindo ver las constelaciones de Lyra y Cygnus en persona.

-Son lindas cierto? Las hice cuando...

-Tenias 7 si, lo mencionaste ese día en la videollamada.

Lo recordó, que lindo.

-Tu habitación se siente como tú.

-Disculpa que?

Le pregunte confundida.

-Si, tan... familiar, tan nueva pero tan vieja, con tanta historia pero con tanto que aprender, tan curiosa y tan cerrada, tan transparente pero tan intima, tan linda y tan única, ya sabes... cómo tú.