-The princesses and the dragons-

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-Angie Snyder-

-Abue, puedo decirle que no iré, esta bien, el entenderá.

-Y perder la oportunidad de que el mundo y tú te veas en ese vestido? No, no puedes faltar, y menos por un viejo Angie Snyder, como el viejo por el que quieres faltar y como tú legalmente padre, te digo que vayas y te diviertas tanto como quieras y puedas.

-Y tu?

-Yo estaré bien, como la última vez.

-La última vez Elizabeth estaba aquí maltratandote.

-No me maltrataba.

-Ya hablamos respecto a que existe el maltrato verbal abue.

-Si lo siento, pero, ella no hizo nada, sus palabras vacías y reflejadas no duelen, recuerdas lo que decía tu abuela Sol?

-Las palabras tienen significado por la intención de quien las dice y el significado que le dé quien las toma.

-La recuerdas mucho cierto?

-Cada momento con ella.

-Yo igual hija, la recuerdo y la extraño tanto como el sol extraña a la luna cada día.

Y se me parte el corazón en 28 pedacitos.

-Ven, te abrazo y te pongo música toda la tarde.

Le digo abrazándolo, siendo apartada a los pocos segundos.

-No toda la tarde, ahora te vas a poner el vestido que fuimos a comprar y a arreglarte ese cabello, tienes una alfombra roja a la cual ir.

-Boooo! Mis engaños no funcionan contigo! Es injusto!

-Angie, no quieres ir?

-Si quiero pero, tú estás aquí y yo-

-Y tú estarás allá, esta bien.

-Te amo abue, no te vayas nunca de mi lado.

-Te amo hija, ahora ve a arreglarte que no te queda mucho tiempo.

Me dice con una sonrisa.


Entro a mi habitación y lo veo, es un vestido largo, color... rosa aperlado, o rosa dorado? Espero que no esté ofendiendo a los expertos en color al pensar en estos colores para describir el color del vestido, vestido sostenido por dos tiritas del mismo color y con un escote, la tela era algo parecido a la seda, o tal vez si que era seda, no lo sé, espero no ofender a los expertos en tela por describir tan mal un vestido tan precioso.

-Veamos si me quedas tan bien como aquel día en la tienda.

Y si, el vestido me quedaba increíble, por primera vez en mucho tiempo, me sentía como una princesa, hoy Aidy podía llamarme así con razón.

Por que es tan importante el vestido? Es solo eso.
Pues resulta que no lo es, cuando era pequeña jugaba con mis abuelos a las princesas y dragones, las princesas, que éramos mi abuela y yo, vencíamos al dragón, mi abuelo, y yo usaba un vestido igual a este, este vestido me hace sentir como una princesa por que usaba uno igual junto a quien yo veía como una verdadera princesa, valiente e inteligente, además de linda.

Almas viejas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora