TE AMO ☆Jaedo☆

Capítulo 03

—¿Quien es Johnny? —quise saber apenas leí aquel desconocido nombre en la pantalla del teléfono de mi mejor amigo.

Doyoung frunció el ceño un momento, aun con  el rubor en su rostro, pero también un poco de enfado mientras recuperaba su celular mis manos, echándole apenas un vistazo a la pantalla antes de guardárselo en el bolsillo sin responder la llamada.

—Ni siquiera me sorprende que no lo recuerdes —y rodó los ojos —johnny es un compañero. Trabajamos juntos en un proyecto hace dos semanas.

—¿Y por que lo recordaría? —replique.

—Por que te lo dije —murmuró —incluso estuve llegando tarde a casa por eso.

Abrí la boca pero no supe que decir, no lo recordaba. Ni eso ni el hecho de que hubiese llegado tarde a casa.

—Dejalo —siguió —No importa. Es normal que ni siquiera me escuchases, después de todo fue durante la ruptura de taeyong y yuta. —Abrió la puerta del departamento, su rostro adquiriendo su apariencia de siempre.

—Comete las galletas —añadió —Y no te olvides de cerrar la puerta al salir.

Y sin que pudiese detenerlo se fue, dejándome perplejo y confundido, ¿no me lo había dicho? No lo recordaba. No, ni aunque me esforzará en esos momentos. Dos semanas.... Solo podía ver a taeyong llorando a mi lado, con sus ojos rojos y sus labios hinchados, tentandome en más de una ocasión. Ni una sola vez había pensado en doyoung en es lapso, ¿habrían sido dos semanas el tiempo que había descuidado a mi mejor amigo?

Me removi incómodo, pensando en ello, aun sin moverme del recibidor.

Pero tenia la impresión de que no era así. No habian sido dos semanas. Así como no sabia que tuviese sentimientos por mi tampoco sabía en que andaba su vida en esos últimos meses. ¿Cuando había sido la ultima vez que me contó sobre sus clases o el borrador en el que trabajaba desde hacia tres años? Tampoco eso podía recordarlo.

Mi celular comenzó a sonar entonces en alguna parte de la sala. Si, me parecia que lo había dejado ahí la noche pasada. Después de que doyoung se fuera y me dejara hecho un mar de pensamientos confusos y culpables. Confuso por que no negaría que me había gustado el beso. Dios, ¿Tan desesperado estaba por un poco de amor? Y culpable por que no podía corresponderle. A ver era mi mejor amigo, sin importar nada de lo ocurrido; y yo lo quería de cierta forma. Y era consciente de que lo había abandonado durante algunos meses, pero eso no significaba que el podía ir por ahí buscando quien me sustituyese. Y me di cuenta de la forma en que mi mente se centro de nuevo en esa llamada.

Y eso me molesto aún más ¿Eso era lo que doyoung buscaba con ese tal johnny? ¿un nuevo mejor amigo? Pues lo iba a tener muy difícil para ocupar mi puesto.

Aunque no pude reprimir un pensamiento sobre la clase de "mejor amigo " que yo era. Uno que ni siquiera sabía nada de la vida de su supuesto "mejor amigo "

Encontré el teléfono entre los cojines, pensando aún en doyoung. Podía ir a su universidad y sorprenderlo con una tarde de amigos, pizza y tal vez una película; pero mientras miraba el identificador de llamadas me pregunté que tan correcto sería hacer eso ¿doyoung lo malinterpretaria?

Pero todo eso se borro de mi mente al ver quien llamaba. Una sonrisa estúpida pintandose en mi cara de inmediato.

—Taeyong —salude con el corazón latiendo con fuerza.

—Hola jae ¿ya sales?

—Casi ¿por que preguntas?

—Por que estoy aquí fuera de tu departamento, así que mueve el trasero y baja.

Reprimi una risa y asentí. Taeyong era del tipo mandón y aunque normalmente odiase que alguien me ordenara algo, con el eso no me importaba.

—Ya voy —dije disimulando mi alegría hasta que escuche otra voz por detrás de él, preguntándole si me demoraba mucho. Yuta

¿Que otra cosa esperaba? Se habían reconciliado recién. Ya era todo un mérito de taeyong hubiese recordado mi existencia.

Termine la llamada sin darle tiempo a añadir nada más. O a trasmitir las palabras de ese imbéci.

Busque mi mochila, molesto en cierta forma, aun así ya sabia que no tenia por que estarlo. Ellos eran pareja, estaban enamorados. Aun si taeyong quedaría mucho mejor saliendo con alguien que de verdad lo apreciará alguien como yo.

Sali del departamento, poniéndome los zapatos con rapidez, cerrando detrás de mí. Doyoung no podía quejarse de que no lo escuchaba, aun si había olvidado tomar las galletas de la mesa de la cocina. Seguramente me regañaria al volver, y la idea me hizo gracia.

Reconoci el Acura verde agua de yuta estacionado frente a mi edificio. El bonito rostro de taeyong asomado por la ventanilla, sonriendo ampliamente mientras me hacía señas.

Me acerqué controlando mis reacciones tanto como era capaz. Hasta ahora podía asegurar que yuta no había descubierto lo que sentía por su novio, creyendo aún que eramos sólo amigos y por extensión también lo era de él.

—Hola, chicos —dije abriendo la puerta trasera, dejando mi mochila antes de subir —Que extraño verlos tan temprano por aquí.

—Se puede decir que madrugamos — respondió yuta. Subí a su auto y cerré la puerta.

—Más bien no dormimos —se burló taeyong dándole un besito en la punta de la nariz.

Yo con mi cara de piedra, aparentando no sentir nada ante esa acción que me estaba matando. Y más por el hecho de lo que esas palabras significaban. Tendría que irme esa noche a beber y a ver si pescaba algo para que doliese menos.

Yuta arrancó el auto, alejándonos lentamente de mi calle. Aun era temprano. Ahogue un bostezo con la mano, prestando atención a la charla de taeyong sobre la clase del día, imaginando de lo que iría. Había sido gracias a que ambos estudiábamos medicina que lo había conocido.

—Pareces que tampoco dormiste anoche —se burló entonces girando su cuerpo hacia mi.

—No mucho —admiti

—Oh ¿será que Jung Jaehyun se porto mal?

—No realmente. Ni siquiera sali anoche.

Taeyong estaba al tanto de mis aventuras en los bares, ya que yo mismo sé lo había contado en un intento por despertarle algún sentimiento hacia mi. Todo en vano, me había dicho que haci era más barato que contratar a alguien.

—Pero tu tienes algo en casa con lo que puedes "portarte mal"

Me tomo un segundo comprender de lo que hablaba, enrojecido violentamente cuando lo hice.

—¿Hablas de.... doyoung?

—¿Ya vives con alguien más?

—Somos sólo amigos —me defendí entonces.

—¿Y eso que? Es lindo ¿verdad, yukkuri?

Yuta le dio la razón, aunque estaba más interesado en vigilar el camino mientras conducía.

—Pero.... —empecé confuso. No podía ver a