Capítulo 07

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Johnny se fue, lanzándome una última mirada antes de oprimir el botón para cerrar las puertas del ascensor. Y yo me quedé ahí, sin nada que decir sobre su respuesta. Ni aun si él se hubiese quedado a esperar habría sabido que decir.

Era la primera vez en mi vida que un tipo cualquier me decía estar enamorado de mi mejor amigo. Y lo peor era que no solo se trataba de él, sino de él y otro sujeto al cual ni siquiera conocía mas allá de una rápida y breve mirada.

Y a todo, ¿cual era el nombre completo de ese tal Rowoon? Lo único que sabia de él (además de la reciente confesión de johnny) era que estudiaba artes. Al igual que yuta. Joder, otro idiota artista intentando tocar lo que era mío.

Mientras cerraba la puerta y volvía al interior pensé seriamente en llamar a doyoung y exigirle que volviera a casa ya mismo, pero una parte mía tenía miedo de su respuesta. Miedo de escuchar algo que no quería. Ni debía.

Fui a la cocina, sólo para toparme con una escena similar a la de la noche. Un plato cubierto con una servilleta y una hoja de papel doblada sobre este. Y caí en cuenta que estaba tan... enojado que no había cenado. Ni probado bocado en casi veinticuatro horas.

Tomé la hoja, sabiendo que no sería la misma y leí:

Jaehyun: te preparé el desayuno, espero que ahora si puedas comer. Se un poco mas responsable por tu salud.

PD: la cena de anoche no tenía veneno, por si te lo preguntabas.

Doyoung.

Negué con la cabeza, pese a su intento por ser gracioso me di cuenta que estaba molesto. Y no me extrañaba. ¿Cuantos idiotas no harían lo mismo que yo y esperarían que nada pasara? Y tenia que pensar en una buena excusa para lo que había hecho.

Claro que no tendría que preocuparme tanto, después de todo, ¿que era un beso? ¿Que no decían que un beso era como un vaso con agua y que no se le negaba a nadie? Por besarlo no quería decir que yo... Pero la sola idea de tener algún interés romántico hacia doyoung me hacia sentir incómodo. Él era casi mi hermano. Aun si tenia que admitir que estaba para comérselo...

Volví a negar con la cabeza y me senté a comer, dejando que mis ojos se perdieran en el decorado de la cocina, pensando en lo que haría aquel día. Podría llamar a taeyong e intentar quedar, ir de compras o alguna de las cosas que él amaba hacer. Aunque no estaba muy seguro de poder localizarlo.

No podía olvidarme que acababa de reconciliarse con su "Yukkuri". Tal y como no podía olvidar lo que había ocurrido con doyoung el día anterior. O la noche.

Hice el plato a un lado y me levanté, más que dispuesto a apartarlo de mi mente.

Al final me decidí por llamar a taeyong a su casa, dispuesto incluso a aguantarme a su novio si con ello lograba sacar mis erróneos pensamientos de la cabeza. Y era que por mucho que esos dos estuviesen interesados en mi amigo y que doyoung pareciera darles alas eso no significaba que fuese a liarse con ellos y hacerme a un lado.

Aun si había dicho que podría conseguirse uno mejor que yo. Sabía que mentía. Porque él mismo lo había dicho, estaba enamorado de mi. No iba a dejarme así como así. Y el que eso me hiciera feliz me inquieto un poco.

No fue taeyong quién respondió el teléfono, sino alguien que creí estaría con sus padres y no en el pequeño departamento que estos le habían comprado a su hermano mayor.

—Hola —Reconocí la voz del pequeño jaemin apenas y respondió.

Ese niño se me figuraba mucho a renjun, el novio de jeno, dos críos que mostraban una apariencia mas dulce e inofensiva de lo que eran realmente.

TE AMO ☆Jaedo☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora