Capítulo 06

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Sentí los brazos de doyoung en torno a mi cuello y eso fue suficiente para hacerme reaccionar, lo aparté de un empujón, mirando sus ojos muy abiertos, llenos de sorpresa. Y sus labios entreabiertos, húmedos e hinchados. Y supe lo que había hecho. Lo que jamás había deseado hacer, no con él.

—Lo siento —Murmuré y eché a correr por donde habíamos venido, sin importarme nada. Sintiéndome como un gran imbécil; y todo mientras escuchaba los gritos de doyoung llamándome.

No me detuve hasta hallarme lo suficientemente lejos de su universidad, recargándome en una pared, aspirando aire con fuerza. Sabía que no sólo era un imbécil, sino también un cobarde. Sabía que había hecho mal, que no debía de haber hecho eso, pero... pero que me matasen si no había disfrutado ese breve contacto con el mayor.

Mierda, pensé rozando mis labios con las yemas, doyoung besaba realmente bien. Y tenía un sabor dulce... uno al que cualquiera podría acostumbrarse. Como ese johnny... O como yo mismo.

Negué con la cabeza, llevándome ambas manos a ella. ¿En que pensaba? Doyoung era mi mejor amigo. Mi hermano. Y uno no se liaba con los mejores amigos, menos con los hermanos.

¿Y entonces por qué lo besaste, idiota?

No lo sabía.

Me quedé en el sitio durante veinte minutos mas hasta que decidí irme. Pero no a casa. No tenía ganas de ver a mi amigo. Y recordé las compras, sintiéndome mas imbécil aun, si es que era posible. Yo le llamaba para quedar y después lo abandonaba. Pero claro que no era todo culpa mía, si johnny no hubiese mencionado a ese rowoon no me habría molestado tanto. ¿Celos de nuevo? Sí, no iba a negarlo, pero no eran celos malos, eran celos de amigo, celos sanos. ¿Qué tenía de malo querer conservar a mi mejor amigo? ¿Qué tenía de malo intentar que no me lo quitarán? ¿Y entonces por qué lo besé?

Un impulso nada mas. Una forma idiota de que no me lo quitarán. Un modo erróneo de marcar mi territorio en su vida. Doyoung era mi amigo y no quería perderlo, pero sólo era eso para mí. Un amigo.

Me encontré caminando por las calles sin un rumbo fijo, con las manos en los bolsillos del pantalón. Sabía que tendría que disculparme y dejarle las cosas muy claras, decirle que pese a mi comportamiento no debía hacerse ilusiones, que no era así como yo le quería y que nunca sería así. Sería cruel, pero necesario.

Sólo que al final no fui a casa, pensé en llamar a taeyong, pero imaginé donde estaría un viernes por la noche. Y jungwoo tampoco era una opción. Él, a diferencia de doyoung, me había advertido que si iba a verlo en busca de consuelo ya podía darme media vuelta. Jungwoo odiaba los dramas.

Tampoco podía ir donde donghyuk y mark, ya que además de compartir casa con el hermano menor de doyoung, eran más amigos suyos que míos.

Y entonces decidí ir al bar donde acudía siempre que me sentía con ganas de hundir mi miseria en alcohol. No tenia clases al día siguiente y nadie me esperaba en casa. Ni en ningún sitio. Sólo era un pobre miserable. Así que cuando aquel anónimo chico se me acercó no lo rechacé.

Y antes de darme cuenta estábamos en el baño, él con el rostro pegado a la pared y yo con las manos en su cadera, embistiéndolo sin la menor delicadeza, procurándome mi puro placer, sin importarme el suyo.

—Agg... Mas fuerte —Le oí gemir y no pude evitar sentirme sucio al estar haciendo eso.

Pensé en taeyong con desesperación, sabiendo que a él no le importaba. Sabiendo que todo mi amor era ignorado, que golpeaba directo contra una barrera de indiferencia. Y comprendí un poco lo que doyoung sentía. Aunque claro que él tenía mas suerte. Eso no podía negarse.

TE AMO ☆Jaedo☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora