Capitulo 12

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¿Estaba soñando? ¿Había algo de realidad en lo que estaba pasando? Porque no terminaba de creermelo. Jung Jaehyun me había pedido que fuésemos pareja. Pareja. ¿Era de verdad?

Aquel había sido uno de mis sueños más recurrentes, una de esas fantasías que utilizaba en los malos días. Cuando no sacaba la nota esperada en un examen, cuando mamá llamaba para charlar y terminaba llorando al teléfono por lo mucho que extrañaba aún a papá, cuando la impotencia de no estar a su lado me llenaba... La dulce ilusión de ver a un Jaehyun enamorado de mi era suficiente para hacerme feliz.

Pero esa noche... no era una ilusión ni una fantasía, ni siquiera un sueño. Era real. Lo supe en el momento en que sus labios buscaron los míos, acariciándolos con suavidad, como tanteando el terreno. Lo supe cuando sus manos se deslizaron por cada parte de mi cuerpo, como si intentase aprenderse de memoria cada parte de él. Lo supe cuando me hizo suyo, en su cama, su corazón latiendo contra el mío. Su cuerpo siendo uno con el mío. Los dos siendo uno mismo.

Lo supe cuando desperté a su lado en la mañana, nuestros cuerpos entrelazados. Lo supe cuando busqué un beso suyo y lo obtuvé. Supe que era real cuando me confirmó su deseo de estar juntos.

Y, ¿que hice? Sentirme estúpidamente feliz.

Porque había soñado tanto con eso que, pese a la voz en mi cabeza que me advertía, no quise negarme esa oportunidad. Sabía que Jaehyun a quién amaba era a Taeyong, pero yo... yo estaba seguro de poder hacer que me amase a mi. Lo único que necesitaba era una oportunidad. Y ahora la tenía.

Atendí el teléfono de la cocina mientras pensaba en ello. ¿Jaehyun podría amarme? Lo haría. Tenía qué. Porque nosotros éramos el uno para el otro. Siempre lo había sabido, aún si había llegado a perder la esperanza. Y el hecho de que Jaehyun considerase lo nuestro... ¿Había ocurrido así por mi declaración? ¿Saber que le amaba le habría hecho darse cuenta de que algo entre nosotros podría funcionar?

- Hola.

Respondí, feliz, convencido de que nada estropearía esa dicha, porque ya me veía usando diferentes métodos para enamorar a mi mejor amigo. Salidas, paseos, citas; y besos, muchos besos. ¿Sexo? Posiblemente. No había sido una mala experiencia, de hecho había sido dulce. Tanto como el mismo Jae lo había dicho. Aunque deseaba enormemente que mi inexperiencia no fuese un obstáculo en ello.

-Hasta que respondes -saltó Jeno al otro lado de la línea -¿dónde rayos estabas?

-En casa.

-¿Con ese? -Me mordí el labio inferior, sujetando el teléfono con nerviosismo.

-Sabes que Jaehyun y yo vivimos juntos.

-¿Y qué pasa con Johnny? ¿No iba a llevarte a casa?

-Sobre eso...

-¿Sabes que su amigo ese se emborrachó e intentó besar a Renjun?-. Me interrumpió mi hermano, totalmente cabreado-. ¡A mi Renjunnie!

-Jeno...

-Casi lo mato anoche. Si no hubiese sido por Johnny que se lo llevó estaría a estas horas en la cárcel.

-Jeno no digas cosas tan horribles.

-Pues entonces dile a Jaehyun que no vuelva a traer a ese tipo por aquí. Si lo vuelvo a ver cerca de Renjun lo mataré.

Y me colgó sin más. Solté un suspiro, irritado en parte con Jeno, en parte con Jaehyun. Mi hermano ni siquiera me había dejado contarle sobre Jaehyun y yo, claro que eso no era ninguna novedad. Jeno era demasiado celoso cuando se trataba de Renjun. Y en cuanto a Jaehyun... Creía recordar que había mencionado una vez que Jaemin tenía problemas con la bebida.

TE AMO ☆Jaedo☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora