No iba a darme golpes de pecho ni a mentir diciendo que no había experimentado una ola de satisfacción al ver la expresión dolida y derrotada de Suh Johnny . Dios, habría dado cualquier cosa por llevar una cámara y grabar ese perfecto momento. Sobre todo cuando rodee la cintura de Doyoung con mis brazos y tiré de él para buscar a Jaemin.
—¿Qué haces? —Susurró cuando nos adentramos en la pequeña habitación de huéspedes, notando un bulto cubierto bajo las sábanas.
—¿De qué?
Repliqué, fingiendo demencia, aunque era perfectamente capaz de ver su enojo y su frustración ante mi actuar. Pero, por esa ocasión, no me importaba verle así de molesto. Él ahora era mío y tendría que aprender lo que eso significaba. Nada de "amiguitos". Nada de Johnny ni de ese tal Rowoon, del cual me haría cargo a su debido tiempo.
—Jaehyun...
Y su tono era una mezcla entre su molestia y su irritación. Lo solté, ignorándolo; y me acerqué hasta la cama. Cuando saliéramos de ahí me reclamaría abiertamente, pero mientras tanto no. Doyoung odiaba llamar la atención y no haría nada de eso en público. Menos aún en la casa de Johnny.
—Jaemin, levántate.
El bulto debajo de las sábanas se movió un poco, pero no se incorporó.
—¡Jaemin!
—¡No quiero!
Chilló con esa voz dulce que a veces podía hacer, aún si yo lo conocía lo suficiente como para saber que Jaemin no tenía nada de dulce. Era un borrachín simpático, pero nada más.
Fruncí el ceño y sin más preámbulos tiré de las sábanas, descubriendo al chico que dormía en ropa interior. Su cabello acaramelizado hecho un caos y sus ojos fuertemente cerrados, como si con ello pudiese zafarse del castigo que le esperaba.
—Jaemin, es hora de irnos.
Pero el niño hizo un puchero, negándose a ello. Vi de reojo como Doyoung se daba la vuelta, con la intención de marcharse, así que lo detuve.
—¿A donde vas?
—Esperaré afuera.
—Con Johnny
Doyoung frunció el ceño.
—Somos amigos.
—Dirás que tú lo ves como un amigo —repliqué, comenzando a cabrearme —pero él a ti no. Joder, ¿no viste como te follaba con la mirada?
—¡Eso es mentira! —Exclamó, pero se había ruborizado.
—¡Bajen la voz! Me duele la cabeza. —Gimió Jaemin, abriendo los ojos levemente.
Doyoung chasqueó la boca con irritación antes de zafarse de mi y marcharse, dejándome solo con el hermanito de Taeyong.
—Date prisa. Quiero irme de aquí. —Bufé, inclinándome para recoger la ropa del niño del suelo.
—No sabía que ustedes salían. A menos que... ¿anoche...?
Comentó con curiosidad, levantando medio cuerpo. No respondí, me sentía ansioso de nuevo porque Doyoung estaba afuera con ese tipo y quién sabia que tanto estarían haciendo.
No, pensé. Doyoung era mío y no sería capaz de traicionarme ni con Johnny ni con nadie. Y además Doyoung me amaba.
Apuré al menor como pude y me di prisa en abandonar la habitación, con Jaemin cubriendo su cabeza con las manos. Tenía los labios morados y su cuerpo parecía pedir a gritos un buen baño. Pero eso tendría que esperar hasta que llegase a casa de Tae, porque ni loco pensaba llevarlo a la mía. Doyoung y yo teníamos muchas cosas de las que hablar.
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TE AMO ☆Jaedo☆
Romance↪Adaptación ↪parejas secundarias: noren, yutae, markhyuk ↪Está historia no me pertenece ↪Créditos a su verdadera autora @julieOkamoto