Capítulo 6

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El mundo se veía extrañamente gris, tanto, que ya no valía la pena levantarme de la cama para completar alguna misión

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El mundo se veía extrañamente gris, tanto, que ya no valía la pena levantarme de la cama para completar alguna misión.

Pude escuchar como tocaban la puerta principal de la casa, pero no fui capaz de levantarme y abrir. Después de unos minutos volvió a presentarse el silencio abrumador en el que vivía desde que mi hermano se fue.

"Si estuvieras aquí, me habrías levantado a la fuerza"

Sin duda Asuma lo habría hecho, me cargaría como si fuese un costal y me metería en una bañera con agua fría.

Eso jamás volvería a ocurrir.

Abrí un poco los ojos para darme cuenta que de nuevo había anochecido, ¿cuantos días llevaba viviendo de ese modo?, miré el suelo lleno de envolturas de comida, al parecer pronto terminarían mis provisiones ¿seré capaz de levantarme a conseguir más o preferiría morir de hambre?

De pronto, una extraña sensación me invadió, sentí que me vigilaban, giré mi cabeza hacia el balcón y miré, a través de la puerta de vidrio, una silueta que conocía a la perfección. Itachi Uchiha.

"Si no me muevo, seguro se irá"

Pero nada sucedió como lo pensé, escuché cómo la puerta se abría y después sentí un peso en la cama.

—Akiko, no sabes fingir que duermes —no respondí ni me moví un milímetro —, tú ... No vas a decirme lo que te pasa. Entonces yo debería ...

—Vete.

El silencio volvió a apoderarse de la habitación, esperaba y ahora se fuera y me dejara sola, pero lo que sentí fue su brazo rodearme por encima del edredón.

—Si no vas a decirme que te ocurre, al menos dejame hacerte compañía.

Con mis ojos llenos de lágrimas quité el edredón para poder abrazarlo. Saqué todo el dolor que sentía en ese momento.

—Itachi, mi hermano me abandonó —hablé entre lágrimas —, es la segunda vez que lo hacen y duele mucho.

Comenzó a acariciar mi cabeza, sentí una suave calidez en todo mi cuerpo, lo cual me tranquilizó.

—Tal vez no sea lo mismo, pero yo perdí a mi compañero de equipo —comenzó a hablar —, se llamaba Tenma —reconocía el nombre, era un chico que envidiaba a Itachi

—¿Por qué tu no me lo dijiste? —pregunté, levantando mi cabeza para verlo a los ojos.

—No quería que te preocuparas —respondió —. Pero eso no es lo que importa ahora. El punto es que yo decidí volverme más fuerte para evitar que más personas luchen y mueran, convertí el dolor de su pérdida en algo que me hiciera mejor persona. Tú puedes hacer lo mismo con lo que sientes hoy.

Tal vez él tenía razón. Me esforzaría aún más para ser más fuerte y demostrarle a mi hermano que podía vivir si él.

—Gracias por estar conmigo, Itachi.

Amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora