Capítulo 7

125 19 3
                                    

En el silencioso bosque, mi corazón latía tan deprisa que casi saltaba fuera de mi pecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el silencioso bosque, mi corazón latía tan deprisa que casi saltaba fuera de mi pecho. Tenía que ser lo más cautelosa posible y relajarme para no ser descubierta.

Debajo de la rama en la que me encontraba pude ver como el pequeño Sasuke pasaba buscando, me escondí sigilosamente entre las hojas.

Escondidillas.

Para muchos era un simple juego, para nosotros era un encuentro serio. Al menos para Sasuke y yo.

Un niño de seis años que apenas entraría a la academia estaba compitiendo contra una Genin que aspiraba a Chunin y un Chunin que se convertiría en Anbu.

—¡Akiko! ¡Itachi! —gritó el pequeño, con un poco de irritación.

—Se oye enojado —murmuré para mí misma.

Cómo no iba a estarlo si sus contrincantes no dejaron ni un solo rastro, incluso yo había puesto clones de sombra como distracción. Estuve a punto de salir de mi escondite cuando sentí que Itachi había liberado un poco de su chakra para ser descubierto.

Minutos después escuché las risas de Itachi, lo habían encontrado. Escondía un poco más mi chakra y comencé a moverme sigilosamente entre las ramas, ahora Itachi estaba en el equipo enemigo.

Comencé a ver sombras que se movían a mi alrededor, probablemente clones de sombra. Los clones que había planteado como carnada estaban desapareciendo.

Salté de las ramas para adentrarme en la tierra y esconderme, pero antes de alcanzar el suelo fui atrapada por el Uchiha mayor.

—¡No es justo! —grité mientras pataleaba en sus brazos —, solo unos segundo más y no me habrías encontrado.

—Por eso te atrapé antes.

Itachi soltó su agarre, cuando estuve de pie el pequeño Sasuke se abalanzó para abrazarme.

—¡Te encontramos! ¡Yo he ganado!

—Vaya, eres asombroso —dije entre risas, mientras lo abrazaba —, deberíamos regresar, se hace tarde.

—¿Podemos vernos de nuevo? —preguntó el pequeñín, sin soltarme —, te extraño.

Era un niño tan lindo que podía cumplir todos sus caprichos sin ningún problema.

—Sí, nos veremos en el próximo descanso. Lo prometo.

No sabía si hacía bien o mal en mimarlo, solo quería estar más tiempo con esos dos Uchihas.

No sabía si hacía bien o mal en mimarlo, solo quería estar más tiempo con esos dos Uchihas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora