Día 4

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Temática:Boda

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Temática:
Boda

Sus manos pasaban por el traje blanco tratando de quitar las invisibles arrugas.

Estaba a nada de gritar o romper algo, los nervios lo carcomían.

—Ya cálmate, vas a terminar rompiendo el traje— uno de sus padrinos se le acerco, agarrando las manos contrarias para ponerlas a cada lado suyo.

—Hasta crees que un traje hecho de Mitsuya se puede romper— echo burla el hermano del novio.

—Esa cosa le prendes fuego y sigue intacta— bromeó Inui.

—¿No el traje de Baji era anti inflamable?— dudo Chifuyu.

—Si, lo hizo por si tu querido esposo quería hacer como tradición quemar un auto o lugar, mejor estar preparado por si se equivocaba y se quema— informo Hakkai, sirviendo unos vasos de whisky.

—Estará quemado hasta la cola, pero el traje se mantiene— un chasquido de respuesta correcta recibió Inui por su comentario.

La conversación le daría gracia, hasta les seguiría el juego, pero en ese momento su cabeza solo pensaba en algo.

Boda.

Estaba en su boda.

Y pronto tendría que ir al altar a esperar.

Mientras buscaban como quitaban sus nervios, el otro novio que aún se arreglaba estaba a nada de gritar.

—Juro que si lloras y me arruinas el maquillaje, ¡te dejo sin pelo!— amenazó el ahora pelinegro Takemichi, arreglando con Akkun el maquillaje de Rindou.

Era cosa sencilla, pero el delineado junto a las sombras de los ojos no se debía arruinar.

—Déjalo, esta recordando sus tiempos de adolescente con Angry— defendió entre risitas el Haitani mayor, mezclando junto a Sanzu unas bebidas para quitarle los nervios al Haitani menor.

—Siento que esto me está ahogando— a nada de tocar el traje y jalarlo, recibió un manotazo.

—Ni se te ocurra arrugar lo Rindou, o te dejo sin uñas— amenazó el diseñador de los trajes, ahora acomodando el cabello mullet del teñido en una coleta sencilla.

A pesar del nervio, la felicidad abundaba en su corazón, encantado al ver que el tiempo ya daba a conocer que faltaba poco para juntar su vida con su querido.

Puede que los pensamientos intrusivos golpeaban para romperlo, pero era algo casi imposible; después de todo, sabía perfectamente que si estaban hasta aquí, es porque iban a cumplir.

El tiempo se dio, los novios ya estábamos listos.

Solo era que todo siguiera el plan acordado.

Souya estaba temblando, viendo a Sanzu, padrino de los anillos juzgando con su mirada turquesa las argollas.

Cuando menos lo espero, el momento llego.

La música inició, todos voltearon a donde su mirada estaba puesta desde hace unos largos minutos. Las puertas se abrían.

Y su prometido abría paso con sus padrinos atrás suyo.

El traje blanco, su cabello recogido con un velo que le tapaba el rostro a medias.

El blanco le quedaba precioso.

Todo de él era una maravilla.

Y el pensamiento era mutuo, Rindou no paraba de halagar mentalmente a su amado, embobado de lo guapo que se ve.

Cuando Ran entrego a Rindou a Souya, todo dio inicio.

Una ceremonia que hacía dormir a Mikey que se encontraba sentado, o que hizo que algunos padrinos hicieron sus bromas para que no todos se aburrieran.

Hasta a Rindou se le salio una grosería durante la ceremonia, Taiju casi lo saca a patadas al escucharlo decir eso en la casa de Dios.

Y el momento llego.

—Kawata Souya, ¿acepta al señor Haitani como su marido?

—Si— sin dudar, de una respondió, viendo con sus orbes azules el bello rostro de su amado.

—Y usted, Haitani Rindou, ¿acepta al señor Kawata como su esposo?

—¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que si— una sonrisa se le escapo al ver la emoción en su algodoncito azul.

—Con el poder que se me otorga, los declaro marido y esposo, puede besar al novio.

Con una enorme rapidez, quito el velo y mando sus labios a los contrarios, dejando que la emoción y felicidad se demuestre de una forma tan especial para esta ahora recién casada pareja.

Los gritos de emoción llegaron de inmediato, pero los novios eran sordos a todos, solo centrados en ellos dos.

La salida de la iglesia fue un tema gracioso, Souya casi se caía al caminar entre la alfombra y Rindou provocó a una paloma. Corriendo hacia el carro para ir al salón donde festejarian.

Y la fiesta fue otro tema.

Desde el brindis donde los hermanos de cada uno dio un discurso entre medio tomados y nostálgicos.

Los amigos dando un show para la pareja, contando anécdotas entre vergonzosas y graciosas.

El como alguien se le ocurrió tirar agua y hacer que se resbalen algunos.

Puede que el partir el pastel también fue algo desastroso, Takemichi termino cayendo en algunas rebanadas por jugar a las aventadas con Baji.

Pero un momento hermoso e incomparable fue el vals de los novios.

Las sonrisas enamoradas, los picos que se daban y la canción tan característica de ellos dos sonaba entre su vals algo torpe.

Mitsuya no paraba de admirar sus creaciones.

Smiley y Ran entre alcohol y llanto se ahogaban, sus pequeños se habían casado.

Y los dos solo pensaban que apenas eran las horas de inicio del siguiente capítulo de su vida.

Un capítulo siendo unidos, creciendo más como personas, llenando su casa con pequeños. Uno donde envejecerian y si se puede, finalizarian lado a lado.

 Uno donde envejecerian y si se puede, finalizarian lado a lado

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⏰ Última actualización: May 27, 2022 ⏰

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