Diet Mountain dew. [Batman AU/ Batjokes.]

°Capítulo 1.

La noche ocupaba el cielo de Gotham city. Las nubes se movían por el viento frío que hacía y tapaban lentamente la luna llena (Al igual que también la destapaban). No era una hora muy tarde, así que aún anduvían personas por la calle, al igual que los coches circulaban por el asfalto y las tiendas no cerraban aún. Todo parecía raramente tranquilo, o bueno, eso se creía... Ya que se sabía bien que algo malo iba a suceder sí o sí, era lo más común que algún ataque sucediera, solo debían esperar.

Entre las calles una figura alta y delgada se movía entre la multitud, tapando su cabeza con un sombrero de color morado, su color favorito por excelencia.
Este se paró justo frente al escaparate de la tienda de electrónica, justo donde los televisores que, como era normal, daban los noticieros o hablaban de chismes recientes.

"Wayne"

El apellido se fijó en los titulares comiera habitual. Bruce Wayne, el hombre multimillonario, Playboy y filántropo de Gotham... Sin duda el más querido por las mujeres.

Esbozó una gran sonrisa aquel hombre, y colocó su mano en el cristal al ocurrírsele un plan nuevo. Con lentitud se separó del escaparate y siguió caminando.

Veinte minutos más tarde.

Se encontraba la figura llegando a una especie de feria abandonada, específicamente fuera de un almacén dentro de esta. Abrió las puertas de par en par y aplaudió dos veces haciendo que las luces se encendieron de repente. Quitó el sombrero de su cabeza y lo colocó en un perchero a su derecha.

El hombre delgado cerró las puertas tras de si y se dirigió más adentro.

—¡Pudding! —sonó la aguda voz de una muchacha, que se lanzó a abrazar al recién llegado.

—¡Ah!¡Harley! —Se sobresaltó por aquella acción repentina -No me des estos sustos. —frunció el ceño con algo de molestia. Pero, de sorpresa, correspondió un poco el abrazo.

—Perdone Sr.J, la emoción del momento —se separó mientras sonreía con jubiló, para después quitarse su sombrero de arlequín con sonoros cascabeles, se notaba que no hace mucho había llegado —¿Le llevo la chaqueta? Debe estar cansado tras traer tantas bolsas de comida —señaló las bolsas de plástico llenas de comida.

—Oh, nonono, haha -Sonrió de nuevo con su típica sonrisa extendida —puedes llevar las bolsas, ya me acomodaré. De todas formas tengo una idea expléndida, ya verás ¡Haha! —le puso las bolsas aliviado de no cargar tanto con sus delgados brazos.

—Usted siempre me sorprende, seguro será un gran plan —le alagó con dulzura, para después llevar las bolsas a la cocina.

El payaso se estiró y subió las escaleras del almacén, para ir así a su habitación dando pequeños saltos. Tras llegar se quitó su chaqueta y la colocó en el respaldo de la silla que tenía colocada frente a su espejo y mesa llena de productos de belleza, cual marco era adornado con algunas fotos.

Se quitó la chaquetilla amarilla y desató el lazo verde de la gargantilla de su camisa negra, soltándose un poco de tanta ropa. Tras desvestirse (Quedando en boxers con dibujos de murciélagos) se colocó su camisón morado claro y tronó sus manos machacadas, de todas formas había sido algo difícil salir de Arkham.

Se colocó sus pantuflas de conejos rosados y bajó para llegar a una mesa grande llena de planos (Algunos ya terminados, otros no).

Agarró un bolígrafo, lápiz, regla y goma, para después comenzar a escribir y dibujar lo que se le ocurría con aquella idea, mientras olía la comida que se estaba preparando. Claro, era comida precocinada, ya que su tan leal secuaz también era una mala cocinera y, obviamente, tuvo conciencia de ese hecho.