Alguien Más

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Querido diario
Hace días que fui a una cita a ciegas de libros, creía que no iba a servir eso, y aún así no funcionó. Pues no supe que libro me tocó. Sin embargo conocí a un joven.
Lisandro.
Aun no hablamos bien, pero el me salvo de un posible final trágico. El tiene mi libro, lo más extraño del asunto es que a el también le toco lo mismo que a mí. ¿Habrá sido planeado esto?
Tal vez, pero lo dudo mucho porque también conocí a una amiga y ella esta saliendo con su cita. Creo que era de cada quien la decisión de salir con sus citas de libros.

—Amelie—la voz de mi madre me saca de mis pensamientos.—Tus amigos vinieron por ti

Me asomo por mi ventana, y veo la camioneta roja de Rodrigo. Tomo mi mochila morada de Hello kitty y bajo las escaleras.

Veo que mi madre habla con su hermana, por lo consiguiente mi tía.

—¡Ya me voy!

Y cierro la puerta de la casa.

—¡Amelie!—Grita Sophie—¡Apurate!

—Ya voy

Marie venía en la parte trasera de la camioneta al igual que Sophie.

—No vamos a llegar a tiempo para que nos lleven a la empresa—Dice Marie

—Relajate—Dije—Si nos deja el camión, tenemos a Rodrigo

Me río y ellas me siguen igual, hoy nos tocaba ir a una excursión industrial.

Afortunadamente, llegamos a tiempo y aún faltaba algo de tiempo y algunos compañeros por subir.

—¡Chicas!—La voz de Fay nos hizo voltear.

Ella venía corriendo, y con su cabello todo desordenado.

—No saben lo que tuve que pasar para venir. —dijo ella recuperando el aliento—Mi papá me trajo pero había un trafico terrible y la moto se quedó sin gasolina.

—Oh dios—Dijo Sophie—¿Tú papá esta bien?

—Si, todo bien.—dijo ella—Solo que tuve que venirme casi corriendo

La piel Morena de Fay se veia brillosa por su sudor, y como he dicho esta haciendo mucho calor últimamente. La comprendo totalmente.

—¿Soy yo o hace mucho calor?—Pregunta Marie, e igual que Fay su piel Morena estaba comenzado a brillar por el sudor

—Esta haciendo mucho calor—dije soplandome con mi mano

—¡Muy bien chicos!—La voz de Agustín nos sacó de nuestra platica—Todos abordo, ya vi que todos están

Uno por uno fuimos subiendo, yo me sente alado de Marie. Del lado siguiente estaba Sophie con Fay y Rodrigo estaba atrás de nosotros, aun no había nadie de su lado

—¡Genial!—dice el—subiré los pies y voy a dormir un gran rato

—Eso ni lo piense señor Pine—la voz de Agustín, nuestro profesor.—Usted estará atento a toda la excursión