Después de un par de meses en aquel lugar, Camila aún no se acostumbraba a estar allí.
Ni al lugar ni a la gente.
Odiaba que en ningún momento del día pudiera tener, aunque sea, un momento de privacidad.
Entonces, ideó un plan.
Ya estaba harta de tener que aguantarse las ganas de ir al baño todo el día y esperar hasta la noche, — cuando todas estaban dormidas — para ir.
Después de haber desayunado, se escabulló por la puerta para ir directo a su celda.
Sabía que eso le costaría su preciado tiempo fuera de ese lugar, pero tenía que admitirlo, no era la gran cosa.
Terminó de hacer sus necesidades y se lavó las manos rápidamente en el lavabo que estaba a un lado.
Suspiró cansada y se tiró en la cama de Cassy.
« ¿Por qué todo esto tiene que ser tan difícil? »
Mantuvo la respiración para poder tragarse un sollozo que estaba a punto de soltar.
« Ya basta de llorar. »
Se levantó de la cama y sorbió la nariz. Se talló los ojos para asegurarse de que ninguna lágrima saliera de estos y, discretamente, abandonó su celda, para dirigirse al patio de afuera.
Tal vez no perdería su tiempo al aire libre.
Caminó por el pasillo hasta llegar a la cafetería, pero justo antes de abrir las puertas, recordó que se toparía a alguien si entraba.
Lauren.
Con la respiración agitada, se asomó por la pequeña ventanita para verificar que la ojiverde se encontraba ahí.
En efecto, allí estaba ella.
Se encontraba de espaldas a Camila, trapeando el piso.
Camila sabía que era un trabajo duro limpiar la cafetería por sí misma, todos los días.
A veces sentía algo de pena por ella.
"—¿Tú . . . mereces estar aquí?
—Sí."
Aquel incidente seguía repitiéndose en su mente.
Está bien, tal vez Lauren se lo merecía.
Tal vez.
Decidió esperar a que la hora al aire libre terminara, y mejor iría directamente a la sala de recreación.
O, de trabajo, más bien.
Soltó un suspiro y se recargó en la pared a esperar.
{...}
Después de la recreación ese día, las habían dividido en dos.
Un grupo iba a cocinar y el otro iba a hacer ejercicio al patio.
Y, por supuesto, Camila tuvo que hacer ejercicio. Por suerte, — si se puede decir, — Cassy estaba con ella.
El siguiente día, ella estaría en la cocina; era un tipo de nuevo proyecto que la directora de la prisión estaba implementando.
Camila suponía que debían tener un entrenador o entrenadora para que les diga que les lo que tienen que hacer, sus ejercicios.
Y no a una guardia que, prácticamente, vive una vida miserable y las odia a todas allí.
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Prison Love ➳ Camren
Fanfiction❝Encontramos el amor en un lugar sin esperanzas.❞ {Pausada} Portada por: @li_batgirl