n u e v e

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Camila abrió los ojos perezosamente al sonido de las estruendosas alarmas.

Volteó a su izquierda y Cassie ya estaba levantada, haciendo algo que Camila jamás la había visto hacer: ejercicio.

Frunció el ceño y se sentó, tallándose los ojos con el dorso de su mano. Dejó caer sus brazos en su regazo y se quedó allí sentada, observando a Cassie hacer abdominales.

"Uh– ¿qué haces?" preguntó.

Cassie ni se inmutó y simplemente siguió con su trabajo, tomando pesadas respiraciones cada vez que su espalda se despegaba del piso. 

Camila suspiró y rodó los ojos. 

Saltó de su cama, con cuidado de no caer sobre la rubia mientras se ejercitaba y se acercó al pequeño lugar donde guardaban su ropa. Tomó una dona y se amarró el cabello con ella.

Para ese momento, las alarmas ya habían dejado de sonar.

Camila se sentó en la cama de abajo, esperando pacientemente a que Cassy terminara con su trabajo, para así, poder ir juntas a desayunar.

Después de unos pocos minutos -en los que, Camila asegura, se vacío su área-  Cassy concluyó su entrenamiento y se levantó del suelo.

Una ligera capa de sudor cubría su frente, debido al esfuerzo que acababa de hacer. Con su antebrazo, secó su frente y con la liga que traía en su muñeca, se hizo una cola de caballo alta, algo desordenada.

Sin mirar a Camila, ni esperarla, salió de la celda, en dirección a la cafetería.

Camila frunció el ceño, confundida y, sin pensarlo dos veces, se levantó rápidamente para alcanzar el paso de Cassy.

Tuvo que caminar un tanto rápido para poder alcanzarla.

Algo andaba raro con la chica hoy.

"Se nos hizo algo tarde." comentó Camila, soltando una risita medio forzada al final.

Cassy no dijo nada de vuelta y, simplemente siguió caminando.

Camila reprimió un bufido.

Siguieron con su camino hasta que llegaron a la cafetería, donde ya todas las internas estaban sentadas desayunando, unas cuantas haciendo fila aún.

Caminaron a través de las cafeterías, Camila ignorando las miradas que todavía recibía.

Se formaron en la fila, Cassy al frente, esperando para recibir su comida.

Como todos los días, Camila tomó su bandeja, colocando en ella una manzana roja, jugo de naranja y una cuchara, para después, avanzar a que le sirvieran el 'plato fuerte' del día.

Hoy tocaba espagueti, o al menos eso era lo que había oído a unas mujeres hablar el día anterior. Esperaba que fuera así.

Su turno llegó y Gretta, igual que siempre, ni siquiera la miró y simplemente, hecho el enigma en su plato.

Eso definitivamente no era espagueti.

Rodó los ojos y reprimió un grito de frustración. ¿Qué podía hacer?

Se volteó, sorprendiéndose al notar que Cassy no la había esperado para ir a la mesa juntas.

Rápidamente, escaneó la cafetería, tratando de encontrar la mesa en donde se había sentado.

Finalmente, dio con ella. Estaba sentada en una mesa casi pegada a la pared perpendicular al ventanal, perdida en su mente.

Camila soltó un suspiro y se dirigió hasta ella.

Prison Love ➳ CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora