En la víspera

968 124 2
                                    


En la víspera





— No puedo creerlo. —gimoteó Alice Fentress, una chica de Gryffindor que cursaba su quinto año—. ¿Están seguros que escucharon bien? ¿Hablaron de divorciarse?


Victor Turney, el chico de Ravenclaw que presidía la reunión, asintió. Un jadeo de asombro se expandió entre todos los asistentes.


— Por eso, tenemos que hacer algo e impedir que cometan esa locura. —prosiguió.

— ¿Pero cómo? —preguntó Rachel Damke, de Slytherin.

— Para eso estamos aquí, planearemos algo para acercarlos de nuevo. Es momento de olvidarnos de niñerías contra Potter, he estado pensando y quizá no sea su culpa, tal vez ese Adiel lo tenga hechizado.

— Eso debe ser. —opinió Pam Wong—. El Profesor Potter se veía tan enamorado del Profesor Snape hasta hace poco tiempo, no creo que una persona se enamore y desenamore tan rápido.

— Además, seamos sinceros y reconozcamos que Snape no está nada mal. —intervino una sonrojada Marianna Pullicino—. Creo que es... sexy.


Ese comentario le ganó las miradas curiosas de todos sus compañeros, eso intensificó su sonrojo pero no se retractó, ella podía ver perfectamente el motivo por el cual Harry Potter había terminado casado con el ex mortífago.


Sin ganas de discutir con respecto al atractivo de su Profesor de Pociones, Victor Turney se aclaró la garganta para llamar la atención de sus compañeros.


— A mí lo que me importa es que nada cambie, desde que están juntos el ambiente es menos tenso en el colegio, a pesar de que continuamos perdiendo puntos todos aquellos que no somos de Slytherin, Snape ya no es tan terrorífico como antes. Y no cabe duda que ese milagro se lo debemos a Potter.

— Eres un insensible. —protestó Alice—. Ambos hacen una pareja única y especialmente diferente, no creo recordar a nadie cuya historia me provocara deseos de encontrar a mi príncipe azul, como les sucedió a ellos. Y si participaré en esto, es porque estoy convencida de que a toda pareja le llega el momento de duda, ellos deben de estar pasando por esa crisis solamente, el amor no puede haber terminado ¡son el uno para el otro!

— Bien, por lo que sea, Alice, el hecho es que tenemos que quitar a ese Adiel del camino y se aceptan todas sus sugerencias... ¿qué se les ocurre?


Alice suspiró, era cierto, tenían que pensar en cómo hacer que el amor resurgiera, de ser posible, con más fuerza que antes.


+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+o+





Alguien más que no podía dormir era Harry, se giró para mirar a Severus y aunque éste tenía los ojos cerrados, su respiración revelaba que tampoco había caído en sueño.


— Sev... —le susurró de cerca—... Sev, no puedo dormir.

— ¿Y qué quieres que haga? —respondió sin abrir los ojos.

— Platiquemos un poco ¿quieres?

— ¿Más sobre Adiel? —cuestionó sonriéndole divertido.

— Y sobre Armand también, háblame más de él.


Severus finalmente abrió los ojos y comprobó feliz que Harry parecía sinceramente interesado en conocer más al hijo de Draco. Se resignó a que esa noche no dormirían por lo que apiló unas almohadas para recostarse sobre ellas y enseguida acomodar a Harry sobre su pecho.


— Armand fue el bebé más adorable que haya visto jamás, y Draco le amaba entrañablemente, por él ansiaba el final de la guerra, quería para su hijo un mundo donde pudiera vivir sin miedo.

— Te confieso que no puedo imaginar a Draco siendo responsable de un bebé.

— En un principio también dudé de sus capacidades, pero pronto demostró que era un chico excepcional. No permitió que ningún elfo se encargara de las labores pesadas, él mismo se encargaba de asearlo, prepararle su comida y alimentarlo, velaba sus noches sin ninguna queja, podía pasar horas arrullándole para que durmiera.


Harry nunca pensó que llegaría a sentir tantos celos por Draco, pero hubiera dado lo que fuera por tener la oportunidad de sentir crecer una vida en su interior y después cuidarla y protegerla tal como Draco había hecho con Armand. Tuvo que hacer un gran esfuerzo por no derramar una lágrima, ya había aceptado que esa experiencia jamás podría vivirla y no era el momento de angustiarse ni de angustiar a Severus.


— ¿Cómo supones que Armand terminó en el Orfanato? —preguntó intentando cambiar de tema.

— Pienso que quizá Draco supo que su vida corría peligro, tal vez se sintió demasiado acorralado y decidió dejarlo donde jamás sería encontrado por magos.

— Debió ser muy difícil para él tomar esa decisión.

— No puedo imaginarme cuánto, pero ahora le admiro más.

— ¿Porqué no lo habrá traído contigo? Él sabía que tú le protegerías.

— No lo sé, quizá estaba demasiado dolido con este mundo, quizá nunca se enteró que sobreviví.

— Es tan extraño que un Malfoy repudie el mundo mágico.


Severus asintió con suavidad y Harry prefirió no hacer más preguntas, sabía mejor que nadie cuánto le dolía a su pareja el haber perdido a la gente que quería... después de todo, así habían llegado a enamorarse.


Adoptando un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora