La cita

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Durante el resto del día, desde que había despertado a las 10 de la mañana (que por cierto lo había hecho después de mucho tiempo eso de despertar tarde), no pasó nada interesante, por lo que decidí omitir la gran espera que se me hizo llegar hasta las 6 de la tarde.

En primera instancia Aris (chico) me había dicho para quedar a las 6 de la tarde pero por un despiste suyo olvidó que no salía de sus clases hasta las 6:30, pero no hubo mucha problema, al menos me daba más tiempo para procesar la idea de que iría a conocer a un completo desconocido de internet. Lo que hice fue poner una de mis playlist de Spotify (y sí, tengo varias y cada una tiene cierto tipo de canciones cómo: canciones para llorar, para bailar, para ir caminando en un parque, etc.) Y fuí a darme un baño de agua fría que para me tranquilizara los nervios. No fue hasta que salí de la ducha que recibí un mensaje de Lucy dónde recién me respondía a los 100 mensajes que le había enviado de madrugada. Lo resumiré en que dijo que: no podía escribirle tan tarde y esperar a que me respondiera y que me llamaría en medio de la cita para asegurarse que todo vaya bien, ya sea de que sigo vivo y no me han matado aún o que sea la excusa perfecta para salir de ahí corriendo y eso se lo agradecí. Leer sus mensajes me hicieron sentir un poco mejor y me quedaron los nervios que traía encima.

Terminé de alistarme mucho antes de que el reloj marcará las 6 de la tarde en punto, pero decidí salir ese rato porque sino mi madre comenzaría a creer que ya no saldría y haría que me quedé en casa con ella viendo telenovelas de mala calidad por los canales nacionales. Llevé mi mochila conmigo y una novela que andaba leyendo esa época que era 'la chica invisible' por Blue Jeans solo por si acaso.

Llegué a la puerta del instituto y habían varias personas esperando afuera del lugar, y eso que aún faltaban más de 20 minutos para que pudieran salir de ahí. Llegué rápido porque ese instituto se encontraba a un par de calles de mi casa, supongo que fue otra de las razones porque las que acepté verme con aquel chico, ya que conocía la zona y estaba cerca de casa, cuando hubiera sido en otra parte de seguro que lo pensaba más de dos veces antes de darle una respuesta. En lo que esperaba que salieran las personas que estaban dentro de ese instituto saqué mi libro y lo empecé a leer (Y sí, ahí en medio de la calle mientras todos me observaban como bicho raro por andar leyendo un libro mientras esperaba). Ya había aprendido la lección de todas las citas fallidas que había tendido en el trascurso de mis 20 años (ahora 22), lo que pasa es que muchas veces me dejaron plantado en el lugar donde quedábamos y las primeras veces no tenía que hacer mientras esperaba, por lo que me aburría horrores (y se preguntarán ¿Si no llegaba a los 10 minutos porque seguías esperando? Pues… por algún razón siempre espero lo más que puedo a la otra persona, así no me responda los mensajes, llegué a esperar a alguien por más de dos horas y no llegó. Pero desde entonces llevo mis libros conmigo) así cuando traigo algún libro conmigo al menos puedo tomar ese tiempo de espera para leer y avanzar en mis lecturas y ya no sería todo un tiempo desperdiciado, empecé a usarlo conmigo mismo, de todas aquellas veces que nunca llegaron yo me quedaba leyendo y me compraba un café o alguna cosa para tomar y aprendí a disfrutar mi tiempo a solas, así que persona que me dejó plantado alguna vez esto es para ti: GRACIAS, PORQUE GRACIAS A ESO AHORA APRECIO MI TIEMPO ESTANDO SOLO. Incluso al día de hoy llego a realizar más actividades que no involucren a otra persona y no, no es triste, porque también tengo mi tiempo con mis amigos y familia, solo que ahora aprendí a disfrutar de mi propia compañía.

Mientras leía la página 78 del libro, ví que alguien se acercaba a mí y como una reacción a eso cerré el libro de un golpe y miré para ver quién era, pero solo era una señora que trataba de pasar al otro lado de la calle, si que me dió un paro al corazón solo de pensar que ya sería aquel chico, ni siquiera estaba seguro si lo podría reconocer en persona ya que solo lo había visto en un par de fotos en internet.

Tras unos cuantos minutos de espera, muchas personas empezaron a salir de aquél lugar, pero ninguna era él. Comencé a creer que no estaba ahí y que me había tomado el pelo, pero decidí esperar un poco más, aún no terminaban de salir todos. Por mi parte regresé a la lectura y espere hasta que otra persona se acercó a mí, está vez solo levanté la mirada para ver quién era y no me pasará lo mismo que con la señora de antes, y lo primero que ví fue a un chico alto, con lentes y que venía hacia mí. Bueno, en realidad ya estaba al lado mío pero se seguía acercando cada vez más.

—Hola, Ricky

Fueron las primeras palabras que lo había escuchado decir, él sí que me había reconocido, yo aún tenía mis dudas si era Aris realmente, me quedé observándolo por un rato, tenía un piercing en la comisura de los labios. Ahora pienso que se lo puso a propósito para que viera sus labios, porque era uno falso, no tenía perforación alguna.

—Hola, ¿Aris, verdad?— mi voz tembló de lo nervios que traía en ese momento, además de que confirmar que sí era una persona realmente linda en vivo y en directo, hacía que me sintiera más intimidado. No les diré que era la persona más hermosa que había visto en mi puta vida, porque no. Pero sí les diré que tenía ese algo que me llegó a gustar mucho y que me llamaba la atención.

Era más alto que yo, y tengo que recalcar que yo estoy aquí en mis 1.80 humildemente, ese hombre pasaba los 1.80 sin problema alguno, sentí que le llegaba al ombligo. Pero en reliadad habrán sido un par de centímetros de diferencia, pero esa sensación de estar mucho más abajo que la otra persona no te la puede quitar nadie jamás.

Me comenzó a platicar de cómo había sido su día y empezamos a caminar hacia rumbo desconocido, rumbo desconocido que terminó siendo mi casa.

Sin darme cuenta lo había metido a mi casa y lo tenía ahí en frente, parados justo detrás de la puerta de entrada y al pie de las escaleras que te dirigían al piso de arriba.

Solo me miró y en sus labios se formó una sonrisa, que debo admitir que sí se vió linda en su momento, se acercó aún más a mí y me dió un beso en los labios que no duró más de 1 un segundo, lo que sentí fue como si me hubiera dado un golpe con su boca, hasta me empezó a doler el labio y me dejó todo desconcertado.

UNA HISTORIA HEARTSTOPPERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora