Termino de beber el botellón de jugo de naranja y lo boto antes de ingresar a la pequeña tienda.
-Vaya, vaya... miren quién viene de nuevo. ¿Quieres otra prueba de embarazo?- pregunta el hombre detrás de la vitrina.
Selecciono una pequeña caja amarilla, rodeada por cientos iguales, y la llevo conmigo.
-La primera salió defectuosa, el signo de más parecía un signo de división y no me dejó del todo convencida.
Camino hasta donde se encuentra el dueño e intento obtener las llaves del baño que se encuentran en el mostrador, pero él las aleja de mi alcance.
-Es la tercera de hoy, mamá oso. Estás embarazada, no me queda duda.
Una mujer que se encuentra viendo los cosméticos (y al parecer está robando algunos) habla.-Es sencillo saberlo, ¿tus pezones están muy oscuros?
-Sí, tal vez tu pequeño novio tenga espermas mutantes y tendrás gemelos.
-Silencio viejo estúpido. Escucha, acabo de beber un galón de jugo, debo ir al baño y pronto.- extiendo la mano para recibir el manojo de llaves.
-Ya sabes dónde está el baño.- finalmente me las entrega, al parecer ofendido por lo que le he dicho.
Camino con rapidez hacia el servicio higiénico, que queda al otro lado de la tienda. ¡Diablos! Muero de ganas de hacer pipí.
-¡Y págame esa prueba cuando salgas! ¡No creas que es tuya solo porque la hayas orinado!
Bajo mi pantalón de denim, una vez sentada en el retrete, abro la prueba y descargo todo lo que he bebido de camino hasta acá. Cuando termino, salgo del baño a paso rápido.
-¿Cuál es el diagnóstico, mamá oso? ¿Menos o más?
-No sé, no ha aparecido aún.- suspiro con cansancio, volteo mi vista hacia una larga tira de regaliz rojo y la pongo sobre el mostrador.- Me llevaré esto.
Esperamos unos segundos y vuelvo mi vista a la prueba. Un suspiro se escapa de mis labios al ver el resultado.
-Ay, no... Ahí está. Ese maldito símbolo de más rosado es tan odioso.
Agito con fuerza la prueba, con la esperanza de que el resultado cambie.
-Tranquila, no es un termómetro. Eso no va a desaparecer solo por agitarlo, pequeña.
Suspiro derrotada y pago por la prueba y el regaliz.
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Juno
Teen FictionJuno Macguff tiene 16 años y es, según los adultos, más inteligente de lo que le conviene. Es ingeniosa, culta, observadora y, sobre todo, sarcástica; pero tendrá que aprender a madurar a raíz de su embarazo con un compañero de la escuela.