Capítulo 11

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Cuando ingreso, me dirijo hacia el escritorio, una chica con aspecto gótico está sentada jugando con su consola de nintendo.



-Bienvenida a mujer de hoy, donde las mujeres son nuestras amigas. Pon tus manos donde las pueda ver y entrégame cualquier bomba.- dice cuando nota mi presencia, sin apartar la vista de su videojuego. Hago lo que me pide.



-Hola, he venido para el gran show.- canturreo, logrando que ella gruña y aparte la consola.



-Nombre por favor.



-Juno MacGuff.



Me mira con incredulidad y vuelve la vista hacia algún documento. Cree que estoy usando un nombre falso como Jane Simons o la Madre Teresa. Termina de escribir algo y me entrega una tablilla con cuestionario.



-Quiero que llenes esto, de ambos lados, no te saltes ningún detalle, debemos conocer cada anotación y cada dolencia.



-Claro.- leo algunos detalles, algo incómoda por su mirada puesta en mí. Coge un condón del enorme envase que contiene unos cientos más.



-¿No te gustaría un condón gratis? Son sabor fresa.- lo deja frente a mí con picardía.



-No, gracias, no tengo relaciones por ahora.- lo aparto con asco.



-Mi novio los usa cada vez que tenemos relaciones, hace que su pene huela a tarta.



Río incómoda en respuesta y me siento en la sala de espera a rellenar la hoja sin tener que escuchar más estupideces suyas.



De pronto escucho cómo una señora con una niña a su lado hace un tamborileo con sus uñas en la tablilla de madera.



A mi derecha hay una chica con el vientre hinchado que rasca sus uñas podridas.



Al frente una chica se pinta las uñas de color rojo.



Al otro lado, un chico rasca su cuello con las uñas.



Una mujer cuarentona lima sus uñas.



Uñas, uñas, uñas, uñas, mi bebé tiene uñas.



No lo soporto más y salgo corriendo de ese lugar.



-¡Todos los bebés quieren llegar a nacer! ¡Todos lo bebés quieren...! ¡Dios apreciará tu milagro!


JunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora