Letras y café para ti. (2)

¿Qué estás haciendo conmigo?

De todas las preguntas que puedo hacerte en este momento, comenzare con la mas sencilla: ¿Qué me estas haciendo?

Si regresaras el tiempo, podrías ver que algo en mi esta cambiando, y lamento decir que es para mal.

Hace un año, podías encontrarme encerrada en casa con un libro en las manos, sin otra preocupación que saber que pasaría en el siguiente capitulo; pero de pronto, con un mensaje inesperado llegaste a mover el esquema que tenia.

De la noche a la mañana, tenia con quien desvelarme hasta las dos o tres de la mañana ¿haciendo que? Platicando, solamente eso, nunca me he cansado de tu plática y menos de tu voz. Desde aquel entonces supe que algo estaba terriblemente mal ¿Cómo? La sonrisa estúpida en mi cara, los suspiros eternos y mis sístole y diástole alocadas, eso fue lo que me lo dijo. Pero a veces las cosas que bien inicia, no terminan así, por azares del destino, un jueves negro llego a jodernos, más a mí que a ti, lo admito, pero el resultado era el mismo: destrucción total.

Los siguientes meses fueron una cosa muy extraña, permanecí en el limbo entre una vida como tal y la simple existencia física. Jamás me imagine escribiéndote cada noche, aun menos sabiendo que jamás llegarías a leerme (cosa que para mi suerte, hiciste mucho tiempo después), fueron días que prefiero omitir.

Pero, al parecer al destino le gusta jugar conmigo, y una noche de febrero regresaste, debo admitir que entre en pánico, no supe que hacer, quería que la tierra me tragara ¿Por qué? Simple, hacia tanto tiempo que me había acostumbrado a tu ausencia, que el simple hecho de volver a hablar me lleno de pánico, no sabia como actuar ¡Que tonta!

Hace un año,  jamás creí que llegaría un ser que movería mi mundo, pero aquí estas, llevándome a hacer cosas que jamás había hecho, escribir para alguien, por ejemplo.