• Capítulo Dos •

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Seducción 



Zee estaba cazando. Como un depredador natural, esto siempre ha sido algo que él disfrutaba. Por supuesto, esta noche, dejó atrás sus comunes tierras de caza ya que lo que buscaba era un tipo diferente de presa.

En el club nocturno escaneo la multitud con interés, olfateando el aire y tomando las esencias de sudor y lujuria que emanaba de los contorneantes cuerpos en la pista de baile. La luna llena había sacado a fuera a un montón de los de su clase, pero solo unos pocos se mezclaban con humanos, la mayoría de ellos prefería la compañía de otros hombres lobo. Pero los humanos atraían a Zee para este tipo de encuentro casual. Ellos no eran material para ser compañeros, pero mientras sean agujeros dispuestos, ellos ciertamente tenían sus trucos. Bueno, la mayoría del tiempo.

Zee resoplo en disgusto y alcanzó su whisky para esconder su mueca de molestia. Ahí en el club habían varios sujetos con quienes había dormido antes. Ellos atraparon su mirada y le sonrieron tentadoramente, pero ellos no despertaban ningún interés real en él. Eran presa fácil, e incluso aunque sean jodidas satisfactorias no estaba particularmente dispuesto a repetir la función.

"¿Nada de tu agrado esta noche?" el chico de la barra le preguntó con una sonrisa coqueta.

Zee solo se encogió de hombros. "Algunas veces vale la pena esperar. Estoy merodeando."

"Bueno, yo salgo a las dos," el barman ofreció. "Quizás tú y yo podemos encontrarnos, tener algo de diversión?"

No era una mala idea. El cuerpo escasamente vestido del chico atrajo la atención de Zee, sus expuestos músculos hicieron al miembro de Zee removerse en sus apretados pantalones de cuero. Además, en la noche de luna llena, él no contaba con mucha paciencia. Así que Zee le sonrío de vuelta. "Quizás".

Todavía quedaban unos buenos pares de horas hasta que el turno del barman —cuál era su nombre otra vez?— terminara, entonces Zee decidió que también podría bailar por un momento. Finalizó su bebida y pagó, dejando atrás una gran propina. Estaba a punto de dirigirse a hacia la pista de baile cuando algo —el fuerte instinto que se tiene al ser un lobo Alpha por nacimiento— lo paralizó en su camino. Él escaneo a la multitud nuevamente, no muy seguro de sí mismo en cuanto a lo que esperaba encontrar.

Su respuesta llegó cuando su mirada se fijó en la entrada del club. Un joven y rubio humano tímidamente entró al lugar y se detuvo, dudando antes de que él pudiera aventurarse en las profundidades del establecimiento. A pesar de la distancia, los sentidos avanzados de Zee notaron con facilidad la nueva llegada de ese esbelto cuerpo. Las ropas que usaba —una simple polera negra ajustada junto a un par de jeans negros— no fueron diseñadas exactamente para la seducción, pero ellas señalaban agradablemente las lineas de su cuerpo. Las manos de Zee ya estaban picando por deslizarse por debajo del material de esas vestimentas y sólo tan solo tocar.

Alguien más apareció por detrás del humano y lo empujó consigo con más violencia que entusiasmo. El pequeño bocado se tambaleó y Zee perdió su rastro mientras que el humano desapareció entre la multitud sobre la pista de baile.

Zee ya estaba en movimiento, haciendo su camino en busca de su premio a través del atestado balanceo de personas intoxicadas. Medio esperaba que alguien más le arrebatara al humano en ese tiempo antes que él pudiera alcanzarlo, pero eso afortunadamente no pasó. De hecho, Zee se encontró con el joven rubio justo cuando su nueva presa estaba levantándose e intentando no ser apretujado.

Zee agarró la mano del humano, causando que el rubio se tensara y tratara de soltarse. "Esta bien," le dijo Zee. "Yo sólo voy a hacer que salgas de esta multitud."

El Bebé de Su Hombre Lobo ~ ZaintSeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora