★Clases de Natación★

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★Parte 1★

Sonidos acuáticos y fuertes chapoteos era el sonido que predominaba en el aire. Los rayos del sol cálido entraban desde la parte de arriba de la estructura sin techo y se reflejaban en los charcos dejados en la orilla, el agua que ondeaba desordenamente como pequeñas olas que se sobreponían unas a otras, las explociones blanquecinas de cada chapoteo dado en aquella superficie acuosa.

"¡Vamos, Danny, mueve esas piernas que estás de último!"

Los causantes de aquellos chapoteos y salpicaduras de agua por todos lados eran un grupo de niños que nadaban de un lado a otro en la parte llana de una gran piscina. Ni más ni menos que la piscina pública de Villa Erizo, donde actualmente se estaba llevando acabo las clases de natación para niños. El grupo que se encontraba en una práctica de estilo libre en estos momentos estaba compuesto por, en su mayoría, menores de
5 años. Todos de diferentes especies. Mientras cinco pequeños llegaban a un lado de la piscina y daban la vuelta para nadar hacia el otro lado y, los otros tres, iban acortando los últimos dos metros para hacer lo mismo, la misma voz femenina se alzó con fuerza sobre sus chapoteos para informar nuevamente.

"¡Wendy, métele ganas, que solo te falta una vuelta! ¡Tú puedes! ¡Dick, lo mismo contigo! ¡Ánimo!"

El dúo sacó la cabeza y jadeo. "¡¡Sí, señora!!"

E hicieron lo pedido y gastaron sus últimas energías para adelantarse a los otros tres con quiénes llevaban cabeza y adelantarse a ellos. Se impulsaron hacia adelante, salpicando más agua con más velocidad. El agua explotaba cada que sus extremidades salían y entraban de ella, estallando en explosiones blancuzcas. Sus movimientos eran rústicos y torpes.

Pero, para ser niños que habían empezado a aprender hace tan solo un mes atrás, no lo hacían nada mal.

O al menos eso pensaba su entrenadora, quien observaba al grupo debajo de un pequeño espacio techado donde se amontonaban organizadamente algunas sillas, dumbonas y mesas, y yacía una buena cantidad de sombra a diferencia del resto de la piscina, que no tenía techo alguno y solo estaba rodeado por cuatro paredes de dos metros y medio pintadas de azul y blanco, donde el ardiente sol de la tarde brillaba con intensidad. Especialmente a estas horas. Eran casi las cinco y el cielo ya se estaba preparando para el atardecer.

Así que la entrenadora se mantuvo parada allí, cerca de las orillas encharcadas de la piscina, pero sin salir de la sombra. Sus ojos (T/C/O) mirando alternativamente entre sus alumnos en el agua, el reloj de su muñeca izquierda y el cronómetro en su mano derecha. Los segundos corrían en ambos. Uno hacia adelante y el otro atrás. El tiempo para finalizar la práctica era...

Ahora.

¡Pii-pii-pii!/¡Pi-pi-pi! ¡Pi-pi-pi! ¡Pi-pi-pi!...

El cronómetro había llegado a cero, el reloj a las cinco en punto. Ambos sonando con sus semejantes pitidos.

"Bueno, hasta ahí llegamos..." murmuró para sí misma, mirando ambos objetos.

Presionó los debidos botones para apagar alarmas en cada uno y soltó el cronómetro, que al estar atado a una cuerda negra a su cuello, solo se quedó colgando en su pecho. Otra cuerda colgaba de ella, gris. La chica lo alcanzó y lo siguió hasta la forma de un silbato de plata que llevó a sus labios. Sopló con con fuerza.

Un agudo y largo pitazo cortó el aire, llegando a los nadadores. Los niños se detuvieron y chapoteos se cortaron.

"¡Se acabó el tiempo!" Anunció su voz poderosa, ellos volteando a verla. "¡Renacuajos, fuera de la piscina y a la línea! ¡Hora de la evaluación!"

One-shots De SSS y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora