★Dulce Moreno★

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Parte 1

Aceptar dinero.

Abrir la caja.

Contar.

Meter dinero.

Cerrar la caja.

Entregar recibo y, si es el caso, dar el cambio.

Esa era tu rutina frente a la caja registradora casi todos los días en los que trabajabas como cajera. Pese a que solo llevabas allí apenas más de un mes, lo hacías tanto que el movimiento de tus brazos para aceptar, guardar y devolver dinero era casi automático, dejando a tu cerebro solo con el único trabajo de contar la suma.

Lo cual, tampoco hacías al completo, ya que la caja tenía calculadora.

Era domingo por la tarde en la ciudad de Station Square. Pese a ser día no laboral para la mayoría, tú te encontrabas trabajando. Y por esa misma razón, la gente venía para acá y te hacia de este el día más exhaustivo de la semana. Era sorprendente lo muy popular que se había puesto este negocio teniendo apenas el mismo tiempo que tú trabajando, aunque tampoco era raro. Después de todo, quienes lo llevaban hacían lo que le daba su reputación al lugar.

Y hablando de quienes…

Mientras aceptabas nuevamente el pago de un hombre con rostro amable, una de tus compañeras de trabajo salió de las puertas dobles a tu izquierda con un uniforme de mesera. Camisa abotonada y falda de color rosa apagado. Atado a su cintura un delantal blanco con encaje. Las cortas púas de su cabeza estaban recogidas en una pulcra coleta.

En su mano izquierda, sin mucho esfuerzo, se equilibraba una bandeja metálica con seis grandes vasos de vidrio llenos de malteada hasta el tope. La chica las sostenía con tal firmeza que los vasos parecian no estar siendo sostenidos por una sola mano. No importaba cuántas veces la vieras hacer eso, siempre te sorprendia que nada que estuviera bajo su poder se cayera al piso.

Ella se giró y te miró sonriente, parando un segundo de sus deberes para hablarte. "Hola, (T/N), ¿Como te va?"

Te encogiste de hombros con la vista en la caja registradora, sin mucho que decir. "Pues como siempre. Tú sabes"

Pulsaste un botón y la caja se abrió con su distintivo «¡Ching!». Metiste unos billetes  organizadamente dentro y sacaste un par de rings moneda.

"Aquí está su cambio, señor" le tendiste el dinero al hombre frente a ti, con una sonrisa amable. "9 rings moneda"

Él aceptó el dinero. "Muchas gracias"

"Gracias a usted" le dijiste mientras se iba, reiniciando tu operación con una señora que pagaba por unas galletas. "¿Y a ti cómo te va, Amy? ¿Todo bien?"

La eriza sonrió más, respondiendo con su distintivo ánimo infantil. "¡Todo genial!" Soltó una ligera risita. Su voz y su tono volviendose casi soñadores con lo siguiente que agregó. "En especial porque después del trabajo saldré con mi chico especial…"

"¿Ah, si?" Levantaste una ceja, aún con la vista fija en la caja.

"¡Oh, si! ¡Saldremos a ver una película esta noche!" Exclamó con alegría. "Veremos esa nueva de Romance que salió hace poco. He querido verla con él desde hace rato y ahora por fin conseguimos las entradas. ¡No puedo aguantar la emoción por terminar de trabajar para ir a arreglarme!"

"Ah, bien por ti" sonreiste ligeramente, aún en lo tuyo y levantando un pulgar.

La verdad era que no te importaba mucho esa información, aunque Amy siempre tenía la costumbre de hablarte de sus citas incluso si no le preguntabas. Era algo normal. Especialmente cuando estaba de buen humor.

One-shots De SSS y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora