★Estrellas de Navidad★

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★Parte 1★

Algunos dicen que las estrellas pueden conceder deseos.

Sí, esos astros que destellaban en los cielos de la tierra cada noche, tan lejos de uno que no parecían más grandes que una pequeña viruta de escarcha en un fondo negro o azul, a pesar de que en realidad hablabamos de unas cosas enormes. Inmensas bolas de fuego y luz que explotaban en el cielo, apareciendo y desaparecieron de cuando en cuando, aunque uno nunca se diera cuenta de nada, pues, la luz que estos creaban era tan poderosa que atravesaba la inmensa distancia que se expandía por el Universo, y también trascendía el Tiempo. Por ejemplo, una estrella podía haberse destruido hacían muchos siglos atrás, pero su destello tardaría mucho en desaparecer, permaneciendo en la inmensidad limitada del cielo que la tierra captaba para nosotros.

Entre los cuentos que decían que una estrella podía conceder un deseo, se encontraba el más popular de "La Estrella Fugaz". Ese en el que, si tenías la suerte de reaccionar a tiempo cuando un brevísimo destello viajaba por el cielo como una flecha, podías pedir lo que quisieras y esto se te concedería. También estaba una versión un poco más difícil del mito, el cual decía que para que se te cumpliera el deseo, tenías que recitar lo que querías tres veces en el tiempo que la estrella permanecía en el cielo. Algo muy difícil, pues una Estrella Fugaz no duraba más de un segundo y, aparte, eran muy raras de ver. Tan solo el que apareciera una era un fenómeno bastante llamativo, tanto que lo más seguro es que uno recordara tarde lo de pedirle un deseo y mucho más lo de repetirlo tres veces.

Pero de nuevo, existían muchos cuentos que contaban que una estrella podía concederte un deseo. Y no solo una Estrella Fugaz; también estaba este otro cuento que decía que una estrella normal como cualquier otra podía hacerlo, siempre y cuando esta fuera la primera del cielo.

Justo cómo la que viste aquella noche.

Tú parpadeaste varias veces, observando ese pequeño y casi insignificante destello blanco entre el degradado de colores en el que se había convertido el cielo gracias al creciente atardecer que se había deslizado en anochecer en algún momento de entre las 6 y las 6:30. Azul e índigo que se entremezclaban desde el Oeste y se convertían en naranja y rosa hacia el Este (Nota mía: ¿O era al revés?. Siempre los confundo, así que perdonenme si ando equivocada), dónde el sol, otra bien conocida estrella, se ocultaba lentamente en el lejano horizonte, despidiéndose de todos y dejando caer sus últimos golpes de luz en los pequeños montículos de nieve a tus lados y en los techos de las casas de aquella calle donde estabas, resultado de una nevada que había caído justo ayer.

Pero nada de eso te importó, pues, en ese mismo momento, bajo el cielo coloreado de tonos cálidos y fríos, completamente sola en la acera después de haber salido de la tienda que habías abandonado tres cuadras atrás y con una bolsa plástica de comestibles colgando de tu mano, lo único que importaba era esa solitaria estrella allá arriba, habiendo captado tu atención completa desde que alzaste la mirada por casualidad.

"Oh" fue tu primer pensamiento, distraído, el cual sin razón aparente hizo que te detuvieras en seco. Te quedaste ahí sobre el cemento de la acera, procesando extrañamente lo que veías por unos segundos hasta que tus pensamientos reaccionaron por segunda vez. "Una estrella. Vaya, sin duda que se está haciendo de noche, ¿Eh?"

Eso te hizo tararear, sin mucho que pasara por tu cabeza al respecto. No, no pensabas nada en particular aparte de en lo bonito que estaba el cielo y en lo bonita que era esa estrella solitaria ahí en ese fondo precioso, casi tan sola como tú lo estabas ahí en la calle. Hacía un rato que no veías señal de ningún Mobian por ahí y probablemente fue bueno que no apareciera ninguno, ya que si alguien hubiera por casualidad entrado a esa avenida en ese momento y te hubiera mirado mirar al cielo sin ninguna razón aparente, probablemente te hubieras dado cuenta, avergonzándote por tu actuar extraño y obligándote a ti misma a seguir hacia tu casa como habías estado haciendo antes de pararte. Probablemente de prisa.

One-shots De SSS y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora