★Fiebre de Amistad★

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★Parte 1★

Si alguien te hubiera dicho de que aquel hermoso día de lunes, donde las flores invadían las praderas y los arbustos; las hojas de los árboles eran tan verdes como las esmeraldas; el cielo azul tan brillante como un zafiro acompañado de nubes tan blancas y esponjosas como el algodón; pasaría de ser el día más perfecto que la Primavera en Isla Bygone hubiera podido dar a algo más parecido al paisaje que tenía el fregadero lleno de hongos del Diablo, tú probablemente hubieras respondido…

«"Y de seguro que pasaré por ese infierno con mis amigos, ¿Verdad?"», suspirando de cansancio.

Porque así solía ser. Desde que te habías mudado a la pequeña comunidad de Villa Erizo y te habías empezado a juntar con el multicolor grupo que se había convertido en tus amigos, la desgracia no venía en envases individuales, sino en paquetes. Un Six-pack de latas que el Universo llenaba con su orina y se los daba a ustedes como refresco en oferta porque sí; la desgracia tampoco era gratis, pero tampoco tenían para conseguir algo mejor. Era eso o la nada.

Y como a ninguno de tus amigos le gustaba quedarse con nada, siempre tomaban esa oferta sin tardanza. Siempre conseguían ese Six-pack de Orina Universal que, independientemente de cuánto intenten evitar beber, terminarían bebiendo. A veces todos estaban de acuerdo en conseguir las latas, otras veces (y por lo general) uno las traía y a los demás no les quedaba de otra que tomar la suya para no dejar a aquel solo, porque, ¿Saben?. Así era la amistad. Así era la maldita amistad. O todos sufrían o ninguno sufría, así de fácil.

Aunque, en ocasiones, todos sintieran que eran los únicos que estaban sufriendo…

Y esa inconsciencia, queridos lectores, era lo que llevaba a algunas situaciones al límite.

Era lo que los había llevado al límite.

…Era lo que te estaba llevando al límite.

"¡¡Voy a romperte la cara, ¿Oíste, erizo?!!"

"¡¡Quiero ver que lo intentes, amargado!!"

"¡No peleen! ¡¡No peleen!!"

"¡¡No te metas en esto!!"

"¡¡Te sacaré el relleno a golpes!!"

"¡¡Piensen con sensatez, este lugar es muy pequeño!!"

"¡¡Y yo los echaré a patadas!!"

¡¡KER-KRAKA-POW!!

"¡¡AHHHHHHHHHH!!"

"¡¡Tails!!"

"¡¡Larguense de aquí!!"

"¡¡Den un paso más y los aplastaré a ambos!!"

"¡¡NO VOY A DEJAR QUE LA CHINCHILLA GANE!! ¡¡NO HOY!! ¡¡¡ES LA ÚLTIMA VEZ QUE NOS MANIPULA PARA QUE HAGAMOS LO QUE QUIERE!!!"

"¡¡Sticks, no salgas!!"

"¡¡Tonto cubo mágico!! ¡¡¿Por qué no te resuelves?!!"

"¡¡Waaaaaahhhhhhh, aaahhhhhhhh!!"

"¡¡¡Estoy harto de todos ustedes!!! ¡¡¡LARGUENSE DE AQUÍ!!!"

"¡¡Obligamos!!"

"¡¡¡NO!!!"

Los gritos y los chillidos venían de todas partes en un ruidoso caos sin sentido, tratando de hacerse oír sobre los otros en un intento de llamar la atención, de que alguien o algo pudiera ayudarlos en sus problemas o resolviera sus conflictos, pero todo lo que hacían era aumentar el volumen del ruido. Todo lo que hacían era provocar más caos, más locura. Todos estaban locos. El mundo estaba loco. Afuera este gruñía y bramaba con sus propios gritos de cólera en agua y luces crujientes y adentro las voces rebotaban entre las paredes, yendo y viniendo entre las rocas, estalagmitas y estalactitas, repitiendo las palabras de dos a tres veces en lo que parecieron ecos interminables. El bullicio solo creó más bullicio, el volumen más volumen. La cueva era muy angosta, muy pequeña, muy chica. Nadie podía escapar, ni los gritos ni las personas. Estaban hartos de los otros. Estaban de todos, de todo. Estaban hartos de ellos mismos…

One-shots De SSS y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora