Capitulo 18: Bienvenidos a Nara

258 22 3
                                    

"Pasajeros con destino a Nara, favor de abordar en el andén 17"

Dentro del avión me tocó estar a lado del pasillo. Sería un vuelo de 1 hora y media, desde el aeropuerto internacional de Tokio. El viaje fue bastante tranquilo y sin turbulencias. Cómo salimos muy temprano se podía ver un cielo despejado color naranjo por el sol naciente.

Al salir del avión y recoger las maletas, fuimos hasta donde nos indicaron que estarían sus padres. Revisó a su alrededor hasta señalar a un punto. Sus padres de entre 50-55 años de edad, complexión delgada y estatura media, estaban sentados en la sala de espera. Al ver a Hajime, su madre fue corriendo hasta él, dándole un beso y un abrazo alegre. Su padre, feliz, le dio unas palmadas en la espalda preguntando por su estado. Hajime me jaló levemente para presentarnos. Ellos me conocían porque él hablaba de mi, pero nunca nos habíamos visto en persona.

—Es un gusto conocerlos —Me incliné con respeto.

Ambos padres dieron una reverencia.

—Para nosotros también es un placer —dijo con voz gentil la madre de Hajime.

La familia Yamada vive en Kashiba*, Nara. Nos tomaría 50 minutos o 1 hora como máximo llegar hasta su hogar. En el camino hubo un ambiente muy ameno, con preguntas triviales y algunos bocadillos.









—Pónganse cómodos chicos —su padre llevó unas bolsas de compras a la cocina. Era un acogedor departamento arriba de su carpintería familiar.

Hajime me guió hasta su habitación la cual era un poco pequeña pero suficiente para los dos; un cuarto de 5x5 metros cuadrados, amueblado con una cama, un librero, un armario y un pequeño escritorio vacío, todos de madera (lo más probable es que los hayan hecho sus padres). La habitación parecía muy limpia e iluminada por la única ventana del cuarto.

—Aquí está el futón limpio y le puse un juego de sábanas nuevas a la cama.

—Muchas gracias mamá.

—Me esmeré mucho, así que no sean desordenados, ¿De acuerdo?

—No se preocupe.

—Vayan desempacando en lo que preparo el almuerzo.

—Muchas gracias señora Yamada y también les agradezco por dejar que me quedara en su casa —Di un par de reverencias.

—No te preocupes, y no tienes que ser tan formal. Siéntete en confianza pequeño Naoko* —Dejó la habitación.

—Ya eres como de la familia "pequeño Naoko"*

—Tú no lo digas, me hace sentir raro —Reí

—¿Que dices?, ¿Qué quieres que te llame así a partir de ahora? Está bien.

—Basta

—Está bien, está bien, solo Nao —Reíamos sin parar. Se lanzó a la cama soltando un gran suspiro de satisfacción —Extrañaba mi cama. Dormir en un futón no es muy agradable.

—Está bien si duermes ahí.

Se incorporó rápidamente.

—No no, está bien. Yo dormiré en el futón.

—Siempre he dormido en Futones, no me molesta.

—Si pero, la regla es que los invitados duerman en lo más cómodo.

—Mmmmm ¿Qué te parece si lo escogemos al azar?

—Te escucho.

—Lanzamos una moneda y veremos quien se queda con la cama.

Será Nuestro Secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora