Capitulo 8: Visitas

560 65 3
                                    

El trabajo parecía estar muy tranquilo el día de hoy. Sin mucha gente.

Estaba situado en mi lugar hasta que me llamara algún otro cliente.

Pensaba en muchas cosas. Alguna de ellas era ¿que haría después de graduarme? Si sigo con el pos grado, tomaría pasantías en alguno de los centros de investigación que la universidad me ofrezca, que claramente me dejaría sin mucho tiempo libre. Pensar en todo eso me daba dolor de cabeza.

Escuché a mis colegas de recepción darle la bienvenida a otro cliente, me dirigí a él para atenderlo. Me quedé un leve momento sorprendido.

—Una mesa arriba por favor —sonrió de oreja a oreja. Era Hajime. Cambió su ropa, no era la misma de esta mañana: unos vaqueros azul obscuros remangados un poco más arriba del tobillo, unos vans blancos y una sudadera gris claro. Su cabello seguía algo húmedo, seguramente por la ducha.

Antes de guiarlo, asentí a su pedido sonriendo emocionado.

—Por aquí.

Subimos los tres peldaños y lo lleve a la mesa para dos, posicionada al fondo, frente a un biombo, una maceta rectangular de hortensias azules y lámparas colgantes. 

Me cercioré de no ver personas cerca.

—¿A que se debe que estes aquí?

—¿No puedo ver a un buen amigo?

—Estoy trabajando no puedo quedarme contigo a charlar como si fuera una salida de amigos.

—Lo sé, te esperaré hasta que cierren para después acompañarte a casa. También quería ver a los demás, incluso al señor Nakamura —tomó el menú —Dime, ¿sigue siendo exigente contigo?

Pensar que Tatsuo se comporta muy diferente a cómo era antes conmigo me hizo soltar una risa inocente.

—No, ya no lo es.

—Menos mal, me empezaba a preocupar de que te despidieran en tan poco tempo. En fín estoy listo para dar mi orden —Se llevo la palma al pecho tomando una postura de persona "sofisticada" en burla —Lo que deseo joven mesero es una deleitable taza de Té verde a la temperatura adecuada de 80 Cº y que sea acompañado con un Katsu Sando, muchas gracias —dijo con un tono grave exagerando la "sofisticación"

No pude evitar reírme —Enseguida joven amo—Le di una reverencia igual de exagerada y me dirigí a la cocina.

"¿es Yamada?", "¿Que hace aquí?", "¿Vino a vernos?" Se escuchaba a mis compañeros hablar mientras miraban discretamente a su mesa. Aunque en realidad eran más mis compañeras las eufóricas por su visita.

—¿Por qué tanto escándalo? —preguntó el gerente Satō.

—¡Señor Satō! ¡Yamada está aquí en el café!

—Oigan se que lo extrañaron pero no deberían hacer tanto ruido como si vieran una celebridad, el señor Nakamura se enfadara.

La orden de Hajime estaba casi lista. Mis compañeros ya no estaban tan exaltados como antes.

—Vaya, hasta qué hay algo de tranquilidad.— miró a su alrededor —¿Que los tenía tan inquietos?

—El joven Yamada está aquí, en la mesa 17 — contestó Satō

Tatsuo volteó a verme un poco serio.

—Tú orden ya está completa kimura —me dijo uno de los cocineros.

Llevé la bandeja con la orden, estaba un poco nervioso.

—Un Té verde caliente y un katsu sando, ¿necesita algo más?

—No me hables con formalidad, se siente extraño —me sonrío.

—Lo siento, fue la costumbre —abracé la bandeja —Por cierto, todos están impacientes por hablarte.

—¿De verdad?

—Las empleadas aún más.

—Ummm ya veo —soltó una carcajada —No me hables de ese tipo de cosas, no son tan importantes —reímos.

Escuché pasos acercarse, gire y vi a Tatsuo. Volteé demasiado rápido, Hajime lo noto enseguida

—Que agradable sorpresa Yamada —Tatsuo dio una reverencia manteniendo una sonrisa ligera.

—Para mi es agradable poder regresar. Claro que no creo que sea posible hacerlo siempre, es demasiado caro para mí —le devolvió la reverencia.

—De eso no te preocupes, como fuiste uno de mis mejores empleados este pedido lo invita la casa.

—No tiene que hacer eso por mi, no es necesario, de verdad.

—Para mí no es molestia, no te preocupes.

—Le agradezco mucho señor Nakamura.—dio otra reverencia —Espero que Naoko también sea uno de sus mejores empleados, es muy responsable.

—lo ha demostrado, empezó un poco lento, con algunos roces pero ahora todo lo está manejando bien —me sonrío. Lo cual hizo que automáticamente mirara hacia abajo.

Me ponía algo incómodo que yo fuera parte de su conversación, rogaba para no sonrojarme de la pena.

—¡Me alegra! No pude haber recomendado a nadie mejor que Naoko, es un buen chico.

No evite sonreír por su halago.

—Te dejare cenar tranquilo y por favor no distraigas tanto a Kimura, sigue en horas de trabajo, ¿de acuerdo?

—Si, lo siento.

Regrese a mi lugar. La tarde se acababa poco a poco. Esperando a que terminara el turno.


Al fin dada las 11 pm mis compañeros de trabajo se fueron a la sala de descanso después de que el último cliente se fuera. Yo fuí con Hajime primero.

—¡No te escaparás tan rapido! —rodeó su brazo a mi cuello —Tu propina.

Eran ¥2,196.81 (16.55 dólares). Me parecía bastante, considerando lo que hubiera pagado por la orden.

—¡¿Eh?! Es mucho.

—No, no aceptaré que me niegues el dinero. Bastante tengo con que el señor Nakamura no me dejara pagar la cena, por lo menos déjame pagar por tu trato.

—Pero...

—¡oh! Joven Mesero, ¿me daría el placer de pagarle una propina adecuada a su espléndido servicio?—usó el mismo tono de voz burlona sofisticada.

—pero claro que si mi joven amo, le acepto gustoso su humilde propina. — le seguí el juego.

Al entrar al cuarto de empleados Hajime hizo una entrada digna de su personalidad alegre.
Me alejé un poco para darle espacio mientras hablaba con los demás.

Miré al pasillo y noté salir a Tatsuo de su oficina con su abrigo puesto.

—¿Se irá a casa?

—Naturalmente, ¿por qué?

—Pensé que iría al descanso con los demás.

—No veo la necesidad. Saludé a Yamada más temprano, estabas presente, ¿lo olvídate?

—Cierto —di una risa incómoda —Bueno, entonces lo veré mañana, que tenga buena noche —di una reverencia.

—Naoko, quiero preguntarte algo.

—¿Eh...? Adelante.

Tatsuo dio una pausa antes de hablar, mirándome directo a los ojos.

—¿Estás enamorado de Yamada?

Será Nuestro Secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora