Capitulo 2

3.8K 348 34
                                    

-¿Ya me dirás de qué hablaron con tu madre? Has estado más callado de lo usual– preguntó Remus con cautela, quizás había algún problema con la madre de Sirius.

El animago, evitando responder, se puso a jugar con la pasta, no sabía cómo decirle que tuvieran un hijo por SU cacho extra de la herencia, –No juegues con la comida, si no quieres decirme está bien– el tono del omega era un mezcla de preocupación y enojo, ya le había preguntado varias veces pero el otro no sabía cómo decírselo.

–Mi madre propuso algo para ganar una parte de mi herencia– respondió a medias.

–¿Y eso es...?–

–Tener un hijo– respondió en un susurro que Remus fácilmente pudo escuchar por la poca distancia; si bien si quería cachorros, no le parecía el momento, estaba en proceso de escribir la secuela de su primer libro, el cual, contra todo pronóstico, había sido un éxito total.

–No lo sé...no sé si estamos listos para uno– respondió algo decepcionado, de joven ese era uno de sus sueños, después de él de ser un escritor reconocido.

–Tranquilo, no hace falta que sea ahora mismo, a parte, estoy seguro de que Snape tampoco accederá fácilmente al trato– trató de consolarlo, había notado como el aroma del contrario se había espesado un poco; a pesar de que Severus estaba casado con su hermano, aún después de dos años, se negaba a llamarlo por su nombre o por el apellido de su casa, era demasiado raro.

. ⋅ ˚̣- : ✧ : – ⭒ ⊹ ⭒ – : ✧ : -˚̣⋅ .

Los días pasaron y el animago recibió una carta de Regulus, al parecer Severus había aceptado con la condición de esperar a que acabara su maestría en pociones, lo cuál sería en un mes ¿cómo demonios hizo su hermano para que el omega aceptara?, eso significaba que tenía menos de un mes para convencer a Remus.

Se paró de su escritorio y se dirigió a la oficina del contrario, al abrir la puerta, la ola de feromonas lo invadió, el omega no solía abrir la ventana por el miedo a que sus pergaminos o imagenes y dibujos se revolvieran a causa del fuerte viento y constantes lluvias de la región; el aroma era algo picante, al parecer Moony estaba estresado y enojado.

–¿Qué sucede?– preguntó algo serio, en búsqueda de no echar a patadas al alfa por interrumpir su crisis.

–Regulus y Snape empezarán con lo del embarazo en un mes– confesó directamente.

–Igualmente tendremos una parte de la herencia, no hay porqué preocuparnos– respondió.

–Pero obtendremos el 40% si el de ellos nace primero– Remus podía ver las orejas caídas de cachorrito sobre la cabeza de su esposo, a pesar de no existir.

–Toda mi vida he vivido del sueldo que mi padre ganaba, mi madre era ama de casa y no había herencia, te aseguro que sobreviviremos–

–Pero– el omega no dejó que el animago siguiera y lo sacó del cuarto, para cerrar la puerta, necesitaba lidiar con ese agujero en su trama.

El alfa sin las ganas de perder esa discusión, decidió que le quitaría el estrés con un buen baño y algo de chocolate; esa era su manera de relajar a su pareja cuando entraba en crisis por alguna cosa; se dispuso a llenar un pequeño plato con algunos chocolates, siempre había en casa, así como siembre había una buena botella de whisky de fuego; preparó la tina y se dispuso a raptar a Remus de su oficina. Entró de golpe por la puerta que le había cerrado en la cara y antes de que el contrario le reclamara por entrar así, lo cargó y lo llevó hasta el baño.

Ya después de un relajante baño, por el ambiente, el castaño accedió al deseo de Sirius, quizás se arrepentiría después pero eso sería problema del Remus del futuro.

Un hijo y el 60% de la herenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora