Capitulo 3

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Positivo– reveló alegremente la medimaga.

–Oh, Merlín– fue lo único que respondió Remus.

–¡Si! ¡Toma eso madre! Mi parte de la herencia seguirá siendo mía– se alegró Sirius.

Salieron de la clínica y Remus seguía callado, ¿por qué demonios aceptó tan rápido? su novela no estaba terminada y le dolía el hecho de que tendría que posponerla, ¿que le aseguraba que tendría el mismo éxito que la anterior?, sin darse cuenta empezó a llorar, alarmando a Sirius.

–¿Estás bien? Se que quizás es mucho por procesar pero...– no pudo terminar cuando el omega empezó a andar, quería llegar lo más pronto a su casa.

Durante la corta trayectoria ninguno había dicho ni una palabra, Sirius esperaba que Remus se pusiera a llorar y confesara que le causaba pesar y Remus quería doparse de chocolates hasta saciarse, a fin de cuentas, no podía atacar la reserva de vinos de Padfoot.

El de ojos miel entró directamente a la cocina, tomó una caja de esos pequeños chocolates de distintos sabores y empezó a comérselos, el pelinegro sabía que el contrario comía chocolates en esa cantidad por el estrés, así que sin saber qué más hacer, se acercó y lo abrazó mientras soltaba algunas feromonas.

–No quiero que mi libro baje sus ventas porque voy a tener un cachorro... sabes que dificil fue para mi cuando Skeeter filtro mi identidad como el autor de "Entre la hierba alta", muchos empezaron a detestar el libro solo porque estaba escrito por un omega– su voz se empezaba a quebrar.

–Y aunque las ventas si subieron gracias a que los omegas quieren algo escrito por un omega, aún me dan vuelta esos comentarios despectivos, no quiero que vuelva a pasar– si bien no le había costado publicar su libro de manera anónima, gracias a Sirius, si se había esforzado porque todo cuadrara como un rompecabezas.

–Podemos contratar a un asesor para que te ayude– el pelinegro no sabía muy bien sobre esas cosas pero no sonaba como una mala idea.

–No se, muchos alfas son prejuiciosos con los trabajos hechos por omegas y no hay muchos omegas en la industria literaria– respondió dudoso.

–¿Un o una beta?– ofreció Sirius.

–Solo los muggles y los squibs lo son, ¡ellos ni siquiera tienen oportunidades laborales en el mundo mágico!– se quejó.

–Si pero eso no significa que no haya en el mundo muggle– la mezcla de magos y muggles producía a los squibs mayormente, así que últimamente habían aumentado ligeramente.

–Mmmmm podríamos hacer el intento– el de cabello claro empezaba a relajarse.

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No encontraban a un asesor beta pero eso no terminaba de desanimar a Remus, antes se la pasaba más tiempo intentando encontrar errores en su trama pero esos últimos días había escrito como si no hubiera un mañana.

Mientras tanto, Sirius le había restregado en la cara (aunque atraves de una carta) a su madre y su hermano sobre el estado del omega, le felicidad se esfumó cuando a los dos días le llegó una carta de Regulus informando que gracias a él, Severus había aceptado terminar la parte teórica de su maestría en cinta; definitivamente no debió subestimar el gusto por el obtener dinero de Snape.

Y como era costumbre, fue a poner al corriente a su esposo, a fin de cuentas, tenían que ponerse de acuerdo para ir a ver a Prongs y la pelirroja; al entrar sin previo aviso (como era costumbre) a la oficina del oji-miel, lo encontró acostado en el suelo y mirando fijamente el techo, bastante concentrado.

–¿Moony?–

–Shh, necesito que este reencuentro sea emotivo– susurró.

No tenía nada mejor que hacer, así que cerró la puerta y se tiró a su lado, mirando al techo también, por imitar a Remus, dejó que su mente volara, estaba tan ocupado siempre en pequeñas cosas, que rara vez simplemente se quedaba quieto y observaba su alrededor.

Los pensamientos no se hicieron esperar mucho tiempo, ¿por qué no hacía esas cosas más seguido con Moony? si, se habían casado en un principio para beneficio mutuo pero se querían lo suficiente como para ser novios pero... no como para ser esposos; eran más como mejores amigos viviendo juntos, a veces envidiaba a su hermano y Snape, Regulus amaba tanto a ese murciélago que le había propuesto matrimonio en medio del comedor, no recordaba lo que se habían dicho uno al otro, de hecho, recordaba más la expresión de anhelo que tenía Remus en la cara.

Justo unos segundos antes de proponerle matrimonio a su amigo, este había dicho que deseaba tener una familia con alguien que lo amara por completo, sin embargo, el otro día Rem había dicho que "no sabía si estaban listos", ¿eso fue por su libro o por el?, por eso no le gustaba pensar demasiado las cosas, sus pocas inseguridades lo atacaban en esos precisos momentos.

Volteó la cabeza hacia el castaño, quien se veía cómodamente perdido en su mente –Te amo, moony– susurró, sacando de su nube a Remus.

El omega lo volteó a ver como si tuviera a un extraño al lado, lo miró por unos segundos y se sentó de golpe, –¡Eso es! ¡Ya sé cómo hacer que se confiese Lance, gracias Padfoot!– se paró rápidamente y empezó a bocetar una escena mientras una vuela pluma escribía sobre el pergamino a su lado.

El alfa se quedó inmovil en su lugar, Remus ni siquiera había considerado que estaba siendo honesto, Remus ni siquiera lo veía como su pareja, Remus lo seguía viendo como su mejor amigo de la escuela, no quería que su amigo se diera cuenta del cambio en su aroma, así que salió rápido de la oficina de este y se encerró en la suya.

Eso no serviría de nada si Remus tuviera su marca, podrían notar ligeramente las emociones del otro pero él no lo había marcado durante su luna de miel; cada vez que iban a la casa de su madre o salían, Remus cubría el lugar donde debería estar su marca, sus manos empezaban a apretar su pantalón, cerrándose en puños, mientras que sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas.

¿Eso se sentía ser rechazado? Sabía que el hecho de que Remus estuviera en cinta no le aseguraba que se quedara a su lado pero... él lo quería a su lado, no soportaría verlo mirar con anhelo y emoción a otro alfa, el... no quería perder a su omega.


🦋✨: Con que nos ponemos sentimentales, he?

Un hijo y el 60% de la herenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora