Subo las escaleras corriendo, tengo que ver a Sira antes de que vaya al médico para que le quiten la escayola. No podré acompañarla ya que me ha surgido un pequeño problema y debo terminar un papeleo para poder validar mis prácticas. Abro la puerta de un tirón mientras que entro a trompicones, cerrando detrás de mí.
-Hola.-Me acerco a ella y le doy un beso. Trato de controlar mi respiración mientras que Sira se sienta en su cama.-Se me hace imposible llevarte Sira, los gilipollas del grado no me han puesto bien los datos de las prácticas y como no lo mande antes de esta noche no me las convalidan.
Ella me mira de arriba abajo.- No te preocupes Lara, ya me lo había dicho Pedri esta mañana.-Me sorprendo tras escuchar el nombre del canario.-No lo mates, me lo ha dicho a buenas ya sabes, intentando ayudarte.
Sonrío pensando en todo lo que hace por mi.-Joder me lo podía haber dicho y no me pego yo el carrerón.-Paso mi mano por mi cara tratando de quitar un poco de sudor.- Todos me han mirado como si estuviera loca.
-¿Ah, pero no lo estás?-Dice Sira bromeando mientras camina hacia la puerta. Cojo un boli que había en la mesa y se lo tiro.-Ya sabes lo que tienes que hacer mientras no estoy Larita. Habla ya con él de una maldita vez.
La veo desaparecer por la puerta, yo me siento en la cama descansando un poco. He corrido desde mi "consulta" hasta su cuarto subiendo y bajando escaleras. Pienso un poco en el canario que se encuentra en la habitación de enfrente. Pedri me ha hecho sentir bien conmigo misma en quince días, cosa que no ha logrado ni la psicóloga a la que visitaba en Barcelona. Sira y yo hablamos y le conté todo lo que estaba empezando a sentir por el canario y ella me dijo que lo hablara con él.
Mi móvil suena en mi bolsillo. Miro quién es y veo el nombre de mi madre grabado en la pantalla. Salgo de la habitación mientras cojo la llamada de mi madre.
-Lara, ¿qué pasa?-Se escucha su reproche nada más descolgar.- Contenta me tienes, no me has llamado en una semana. ¿Tu crees que eso es normal?
Intento contener la risa que quiere salir. Mi madre siempre es así, incluso sabe que soy una despistada y que voy sin móvil por la vida.
-Ya mamá, ha sido sin querer.-Le respondo tranquilamente para que no se enfade más. Entro en nuestra habitación y me siento en la cama donde se encuentra Pedri tumbado.-Además ahora no puedo más, me he puesto mala con la regla, que menos mal que me he traído la copa y para colmo no me han hecho bien los papeles de las prácticas y tengo que mandarlo antes de esta noche.
Abro el portátil y pongo el manos libres. Busco todo el papeleo mientras Pedri me mira sonriendo maliciosamente.
-Claro, eso te pasa por dejarlo todo para el último día. Si es que no puede ser, yo siempre te he dicho que...
-Mamá.-La corto.- Me lo han dicho esta mañana y me he cagado en todo lo cagable porque esto me va a llevar dos horitas por lo menos.-Suspiro harta de todo. Pedri se ríe bajito de mí y pone su mano alrededor de mi cintura. Me levanta un poco la camiseta y me hace cosquillas por esa zona.
-Vale vale, ya me había asustado yo.- Se hace un poco la dramática y ambos nos reímos en silencio.-Oye y ese chico tan guapo con el que sales en las fotos de tu Instagram, ¿quién es? Ah no ya me acuerdo si lo tenías de fondo de pantalla.
Me pongo colorada cuando mi madre me delata delante de Pedri, sin ella saberlo. Él sube y baja las cejas de forma insinuante a lo que yo le pego un codazo.
-MAMÁ POR DIOS.- Mi madre suelta una risa que me contagia.-Te está escuchando, ¿sabes?
-No me digas eso por Dios. Lara eso se avisa antes.- Ahora es ella la que me riñe y ambos nos reímos.
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SERENDIPIA - Pedri González.
FanfictionSerendipia: accidente afortunado, casualidad favorable, incidente mágico que pertenece a una predestinación donde acontecen cosas maravillosas inesperadas. Esta historia comienza cuando dos personas que nunca soñaban conocerse, terminan encontrándos...