SERENDIPIA - Pedri González.

16

-¿Me esperas?- Le pregunto terminando de hacer la cama.

-Vale.- Mira su reloj mientras se sienta en el sillón.- Todavía nos queda más de media hora.

Camino hasta el pequeño armario para coger mi ropa. Pedri mira atento a su móvil, tiene puesta una canción. Me bajo los pantalones y me quito la camiseta, doblándola en el recorrido. Agarro los pantalones pero Pedri me lo impide.

-No te pongas así delante de mí más.- Lo miro levantando una ceja y sonriendo.-Porque me estás torturando de una manera.

Se va acercando más a mí, tapo un poco mi barriga insegura. Nunca hemos coincidido estando yo en ropa interior, a lo mejor yo estaba en el baño o él estaba fuera y no nos veíamos. Rodea la cama hasta llegar a mí donde me tiende los pantalones y me quita mis manos.

-Te juro que la próxima vez no me contengo, no te tapes delante mía.- Agarro mi pantalón. Me agarra del cuello y me acerca a él.

Posa sus labios en la comisura de los míos, poco a poco. Es solo un roce cuando él se aleja rápido de mí, como si mi toque le quemara, y se aclara la garganta.

-Me encantas.-Le sonrío mientras noto como lágrimas se amontonan en mis ojos.- Ey, no llores.

Niego intentando evitar derramar alguna lágrima. Se vuelve a acercar a mí, me atrae hacia él apoyando mi cabeza en su pecho. Me aprieta contra su cuerpo dándome la seguridad que necesito. Las lágrimas recorren mi cara y se quedan en la camiseta de mi canario. Me besa la cabeza con cariño y apoya su cabeza en la mía.

-Venga Lara no me llores por favor.- Me pide Pedri sin dejar de abrazarme.

Respiro hondo tratando de tranquilizarme un poco.

-Nadie me ha dicho nunca estas cosas Pedri.- Se separa de mí y me mira extrañado.- Mi exnovio lo único que me decía era que estaba gorda y que era muy fea para estar con él.

Aprieta su mandíbula y echa su cabeza para atrás. Limpia mis lágrimas y me mira a los ojos. Sus labios se posan en mi frente de una manera sutil y se para ahí por unos segundos.

-Pues tu exnovio es un gilipollas que no sabe lo que se ha perdido. Eres preciosa y quien lo niegue no tiene gusto.-Me agarra la cara y me acaricia las mejillas.- Y joder, eres mucho más que guapa. Eres preciosa por dentro y por fuera y nadie va a cambiar eso Lara.

Nos miramos a los ojos sin argumentar nada más por algunos segundos. Agarro a Pedri por la camiseta y la atraigo hacia mí. Pego mis labios a los suyos.

-Muchas gracias Pedri.- Le sonrío mientras me separo de él. Seco mis lágrimas.

-No me las tienes que dar.- Aprieta un poquito mi brazo.- Ahora vístete por favor por que no sé lo que va a pasar si te sigo viendo así.

Suelto una carcajada a la vez que lo vuelvo a besar. Me coloco los pantalones y la camiseta mientras Pedri se vuelve a centrar en su móvil.

***

Miro mi móvil por décima vez en la mañana, mi prima me estaba contando algo cuando su móvil se ha apagado. Era algo muy bueno, quería llamarnos a toda la familia para anunciárnoslo. Estoy sentada al lado de Ferran en el comedor, Sira ha vuelto con su madre, Elena, y su hermano, Pacho. El mayor ha venido a Madrid tras enterarse del accidente de su hermana .Aún así, Ferran ha decidido quedarse en la habitación hasta que esto acabe.

Mi móvil vibra en mi mano, mis nervios aumentan mientras descuelgo la videollamada. Nadie sabe lo que va a decirnos, mi prima es muy impredecible y nadie sabe nunca nada de lo que nos va a contar. Al descolgar veo a toda mi familia, los seis recuadros muestran a cada una de mis tías con sus hijos y en otra a mi madre. Me lleno de alegría al verlos a todos, a mis primos sobre todo a los cuales no veo desde navidades al igual que a mis tías. Nunca hemos sido cercanos a la familia por parte de mi padre, ni siquiera él, solo a mi abuela y porque vivía en nuestro pueblo. Siempre nos despreciaba a nosotros y a mi familia materna con la cual he convivido siempre.