Mi omega huele a lo que me gusta || OhmNanon

DIECINUEVE

Ohm se rehusó a ir lo que quedó del día a trabajar, no quería dejar a Nanon solo por nada del mundo. Luego de terminar de almorzar, decidir - en realidad fue solo Ohm - que Nanon debía conocer toda la casa, así que subieron las gradas hasta el tercer piso. Al llegar ahí vio cinco puertas, dos a su izquierda y tres a su derecha.

— Esta es mi favorita — Ohm lo guió a la segunda puerta de la izquierda.

Al abrir la puerta, se encontró con una sala de música muy equipada. Tenía un gran piano en el fondo, que poseía figuras referenciales al mar, talladas en su oscura madera. Además de eso habían guitarras, bajos, guitarras eléctricas, una batería, un violín, y casi cualquier instrumento que se pudiera imaginar. Había un espacio donde había demasiadas partituras como para hacer un cálculo aproximado de cuantas eran. Por último, habían como veinte atriles.

Ohm se acercó al violín y lo delineó suavemente con su dedo, como temiendo dañarlo. Lo mismo hizo con el piano, se le acercó y lo tocó suavemente, intente recordar la sensación de estar cerca de uno. Se alejó lentamente hacia la puerta, donde estaba Ohm observando sus acciones.

— Esto es preciso Ohm.

— Sí, me gusta pasar mucho tiempo aquí, a la par. ¿Vamos?

—Claro.

Cerraron la puerta y se dirigieron a la de la par, que resultó ser una biblioteca. Habían estanterías empotradas en las cuatro paredes. Una tenía una chimenea de piedra que tenía al frente una alfombra esponjosa con almohadones y almohadas para sentarse.

Detrás de eso, habían dos sillones blancos que tenían en medio una mesita, probablemente para poner café. Las cuatro paredes tenían escaleras para llegar hasta el último estante, y todo estaba lleno de libros viejos y más nuevos, era asombroso.

— Aquí también paso mucho tiempo.

— Esto es increíble, me encanta, se siente muy acogedor.

— Es un buen lugar para relajarse.

— Si, se nota.

— ¿Seguimos?

Salieron de ahí y se dirigieron a la última habitación de las tres del otro lado. Era como una habitación de almacenamiento, aunque no tenía mucho.

— Aquí solo se guardan cosas, pero no hay mucho que guardar, así que en realidad todo podría sacarse y convertirlo en otra habitación si se necesitara en algún momento.

Las otras dos eran habitaciones de invitados, al igual que las del segundo piso, todas las habitaciones tenían un baño privado lo suficientemente grande para la comodidad de las visitas. Se dirigieron al patio trasero, porque en el primer piso lo único que no había visto era un baño, pero era para invitados así que, según Ohm, no había mucho que ver.

Afuera había un camino de piedra que llevaba a un lugar donde Ohm sembraba algunas verduras y frutas. Había un pequeño lago al fondo de la propiedad, y muchos árboles por todo el lugar. Una parte era techada, y había una pequeña cocina, también un bar y una mesa larga para muchas personas.

— Siempre pensé que donde vivíamos era grande, pero no tan grande e impresionante.

— Siempre me han gustado los lugares grandes, donde pueda disfrutar con toda mi familia y amigos. Cuando hice esto, lo hice pensando en reuniones con la familia de mi Omega, mi familia y los amigos de ambos, celebró cumpleaños o solo una reunión por gusto.

— ¿Te gustan las familias grandes?

— ¿Sinceramente? Sí, siempre que pienso en mi futuro, visualizo una familia grande.

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Nanon no le había mencionado nada a Ohm, pero necesitaba una marca pronto. Su desmayo fue por su Omega, porque no siente suficiente el nido, ni la atención, sólo desea una marca. Pensaba entregarle al alfa el brazalete el fin de semana, pero decidió hacerlo esa noche, porque estaba muy bonito y se sintió correcto e indicado.

A pesar de las quejas de parte de Ohm, conseguí que este lo dejara cocinar la cena. Terminó cocinando su favorito, y cuando escuchó al mayor bajar, lo dejó en el horno par que no enfriara.

— ¿Puedo tomar un baño antes de cenar?

— Claro que sí, el baño es la primera puerta.

— Gracias. Por favor, no mires la cena antes.

— Bien, acomodaré afuera para cenar ahí.

— Gracias — Le dio un beso antes de llegar a la habitación.

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Nanon salió del enorme, sin exagerar, baño de Ohm con un pantalón negro ajustado, un suéter azul que resaltó sus ojos y sus vans negras. Se dirigió a su bolso y sacó la cajita con el broche. Silenciosamente, fue al cuarto de música y dejó la cajita en el piano, luego fue al primer piso, donde estaba Ohm en el sillón viendo la tele mientras lo esperaba.

— Estoy listo, solo déjame servir la comida.

— Déjame ayudarte.

— Uh, ¿puedes conseguir algo de tomar?

— No puedes tomar vino, ¿verdad?

— Puedo, me retiraron el medicamento.

— Bien, llevaré un par de copas y vino.

Ohm fue por el vino y las copas, y salió de la cocina. Detrás de él, Nanon salió con la comida, en una bandeja de vidrio de un azul casi transparente.

Llegaron a la mesa y Nanon dejó la bandeja sobre un círculo de un material que aguantaba el calor, para no arruinar la mesa. Volvió rápidamente a la cocina y presentó ahora una pequeña olla blanca con tapa.

— Espero que te guste.

— ¿Qué es?

— Pollo relleno de mozzarella envuelto en jamón de parma, con un poco de puré casero.

— Suena delicioso, Sol.

— Espero que si.

Mientras Nanon atribuye el pollo, Ohm atribuye el vino, y luego cada uno se atribuye la cantidad que deseaban de puré. Nanon dejó a Ohm probar el primer bocado, y aunque sabía que cocinaba bien, sintió nervios por lo que pensara Ohm.

— Está delicioso, me encanta Sol.

— Me alegra que te guste, es mi comida favorita.

— Cocinas excelentes, ya había probado tu comida ayer, Zin me llevó lasaña que había sobrado de la noche anterior.

— Oh, eso fue muy amable de su parte, espero poder cocinarte más seguido.

— Siempre que quieras, por mi no hay problema.

Cenaron entre pequeñas conversaciones, y cuando terminaron, llevaron todo de nuevo a la cocina, donde lavaron juntos lo que se usó.

— Hice la cena por algo más — Soltó Nanon de pronto, sintiéndose muy nervioso.

— ¿Si?

— Si, ven — Lo llevó de la mano a la sala de música donde fueron antes — Tengo algo que contarte antes de seguir con esto.

— ¿A qué te refieres?

— A qué debo contarte la parte de mi pasado que no conoces.

Se sentaron uno frente al otro, solo observándose.

DANI ✨