VEINTICINCO

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Llevaban treinta minutos esperando noticias de Nanon. Los padres de este, al final no pudieron llegar porque tenían dos importantes reuniones al otro lado del país, así que solo eran Ohm, Bright, Win y Tay, que habían llegado unos minutos después de avisarle, esperando por el pequeño Omega.

Ohm estaba desesperado, llevaba ya un rato caminando de un lado a otro, esperando que les dijeran algo sobre Nanon. Esperaron otros quince minutos hasta que un doctor se acercó a ellos con el sueño fruncido. Todos se pusieron de pie y se acercaron.

— Me dijeron que aquí está el Alfa del paciente Korapat Kirdpan.

— Soy yo — Dijo Ohm, dando un paso al frente.

— Acompáñeme, el señor Korapat desea que usted esté presente cuando le diga lo que tiene.

Caminaron hasta que llegaron a la décima habitación del pasillo. El doctor abrió la puerta y entró seguido del Alfa, dirigiéndose a la camilla donde se encontró a Nanon. El Omega estaba despierto, mirando al techo, y sólo volvió a verlos hasta que estaban a su lado.

— Alfa — Le dijo suavemente — Dame la mano, por favor.

Nanon se puso a su lado, y le tomó la mano, volvió un beso en la frente antes de volver a ver al doctor.

— Tengo, como ya te había dicho, no hay nada que esté haciendo efecto para ayudarte. En este momento tienes las defensas muy bajas, estás empeorando.

— ¿Hay algo que podamos hacer? — Preguntó el Alfa.

— Es decisión de ustedes, pero yo les recomiendo la marca, es la única manera en la que Nanon va a dejar de empeorar. De lo contrario, vamos a comenzar a vernos aquí más seguido de lo normal, y si en este momento ya es peligroso para la salud de Nanon, pero puede ser peor.

— Uh pero, aún falta para nuestros celos.

— Puedo recetarte un medicamento que hace que el celo se adelante. Podrías tomarla dentro de un par de horas antes de darte la salida, y el celo estaría llegando en un transcurso de veinticuatro horas.

— A mi me parece bien, ¿tú que dices, Ohm?

— Sí, estoy de acuerdo.

— Bien, entonces vendré en dos horas con la pastilla y luego firmaré tu salida.

— Muchas gracias doctor.

El médico se sacó y unos minutos después entraron los otros chicos a la habitación.

— ¡Non! ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

— Hola chicos, estoy um, bien.

— No pareces muy convencido.

— Bueno, fue por mi Omega, pero estoy bien.

— ¿Qué te dijo el doctor?

— Uh, me va a dar una pastilla para adelantar mi celo. Dice que necesito que Ohm me marque — Les dijo sonrojado.

— ¿Qué? — Dijo Win, alargando la 'e'.

— Ya, déjenlo, necesita descansar — ​​Dijo Ohm, sonando enojado.

— La verdad estoy un poco cansado y me gustaría dormir antes de salir de aquí. ¿Podrían dejarnos solos? No es necesario que se queden en la sala de espera, después de todo, me voy de aquí en un par de horas. Les prometo que les voy a escribir cuando salgamos de aquí y los mantendré informados.

— Adiós, chicos.

— Bien, nos avisan cualquier cosa, por favor.

— Ah, ¡y usen condón!

Mi omega huele a lo que me gusta || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora