Primera vez (Extendido. Bruce, Clint, Hope)

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Bruce Banner

Bruce tenía miedo de herirte. Le aterraba el pensar en que si llegaban a tener intimidad, podría transformarse y terminar haciéndote daño.

Por lo mismo tomaste cartas en el asunto, y decidiste que serías tú quien tome la iniciativa porque así como iban las cosas, Bruce nunca lo haría.

Te dirigiste a su pequeño laboratorio privado que tenía en la Torre, al cual iba cuando quería trabajar lejos de la música de Tony, y también donde solo tu podías entrar, aparte de él mismo.

–Hey Bruce.–Le saludaste acercándote a él, y abrazándolo por la espalda mientras trabajaba, dejándole un beso en el hombro.

–Hola linda, ¿Todo bien?–Te respondió tomando tú mano para besarla, y luego seguir con lo que estaba haciendo.

–Sí, todo bien. Solo necesito hablar de algo importante contigo.–Le dijiste haciéndote a un lado para quedar junto a él.

Bruce dejó a un lado sus gafas y el experimento que estaba haciendo, dirigiendo toda su atención hacia ti.–Por supuesto querida. Te escucho.

Soltaste un suspiro algo nerviosa, y tomaste su mano para acariciarla.–Bruce. No sé cómo hablar muy bien de esto, así que simplemente iré directo al grano.–Comenzaste a hablar mientras veías sus manos, para después levantar la vista y verle directamente a los ojos.

–Sé que tienes miedo de que sí tenemos relaciones, puedes llegar a dañarme, pero eso no es así. No tienes por qué preocuparte por eso, porque yo sé que eso no va a pasar. Yo confío en ti.

La expresión de Bruce cambió a una afligida, viendo hacia abajo y apartando su mano de la tuya.–Querida yo... n-no sé si sea buena idea... ¿Qué pasa sí pierdo el control y—Iba hablando, cuando le interrumpiste tomando su rostro con ambas manos, dándole un suave beso en los labios, el cual te devolvió al instante.

–¿Qué pasa sí dejas de preocuparte y simplemente te dejas llevar?–Sugeriste tomando sus manos y poniéndolas en tu cintura.–Déjate llevar Bruce. Solo por esta vez, y vas a ver lo maravilloso que puede llegar a ser.

Su mirada se desvió brevemente hacia tus labios, para luego volver a tus ojos, y acercarse lentamente hasta ser envueltos en un tierno beso.

El beso era lento, pero se notaba la necesidad de ambos. Sus manos comenzaron a apretar con más fuerza tus caderas, mientras las tuyas fueron a parar hacia sus rizos, donde tiraste un poco de ellos, haciéndole jadear y dándole paso a tu lengua.

Bruce poco a poco te fue empujando hacia la pared tras de ti, sin romper el beso en ningún momento, ambos desesperados y sucumbiendo ante la tentación.

Cuando ya se estaban quedando sin aire, se separaron, viendo a los ojos del otro con grandes sonrisas.

–¿Quieres continuar aquí o prefieres ir a la habitación?–Le preguntaste acariciando su cuello, mientras respirabas algo agitada.

–FRIDAY, cierra la puerta y oscurece las ventanas.–Le dijo viéndote a los ojos con una pequeña sonrisa maliciosa.

Te sorprendió lo que acaba de hacer, pero no dudaste dos veces en volver a besar sus labios, mientras Bruce te tomaba en sus brazos y caminaba hacia el sofá que había en el laboratorio para continuar.

Clint Barton

El sol te llegaba directo a los ojos a través de la ventana de tu habitación, por lo que soltaste un extraño gruñido, y te cubriste hasta la cabeza con las mantas de la cama, dándote vuelta hacia el otro lado chocando con algo. O más bien dicho alguien.

–¿Qué mierda...?–Preguntaste apoyándote en tú codo y destapando a la otra persona para verla bien, con los ojos entrecerrados por la luz del sol.–¿Clint?

–¿Mhm...?–Preguntó aún dormido sin abrir los ojos.

–¿Qué fue lo que...?–Dejaste volando la pregunta, cuando lo que sucedió anoche te llegó a la memoria, dejándote caer una vez más en la cama y cubriéndote completamente.–No puede ser...

Clint había abierto los ojos, y se los refregó, acostumbrándose a la luz proveniente del exterior. Al darse cuenta que estaba desnudo, la realización de lo ocurrido anoche le arrolló como un camión.

–Estamos denudos.–Dijo recostándose nuevamente en su espalda, y cubriéndose completamente. Ahora ambos bajo las sábanas.

–No me digas Sherlock.–Respondiste sarcásticamente.–No me había dado cuenta de lo obvio.

–Así no era como quería que ocurriera.–Te susurró destapando su rostro, para voltearse hacia tu dirección, tú copiando sus movimientos.

–Sí... yo tampoco.–Susurraste de vuelta, tomando su mano en la tuya.

–¿Recuerdas algo?–Te preguntó viéndote a los ojos.

Una pequeña sonrisa se formó en tú rostro antes de contestar.–Todo...

–Yo también...–Contestó con la misma sonrisa, acercándose a ti para abrazarte y acariciar tu cabeza.

Ambos se quedaron así por un tiempo, acariciando y besando el cuerpo del otro, en un tranquilo y cómodo silencio, antes de que Clint volviera a hablar.

–¿Quieres hacerlo sobria esta vez?–Sugirió coqueto, viéndote con una pequeña sonrisa acorde a su voz.

–Me encantaría.–Le respondiste posicionándote sobre él, mientras comenzabas a besar sus labios. Y Clint posaba ambas manos en tus caderas.

Hope Van Dyne

Ambas se encontraban en tu casa viendo una película, bastante subida de tono la verdad. Y justo en ese momento, estaba transcurriendo una escena que las tenía a ambas al borde de sus asientos, tensas, pero listas para... bueno... todos sabemos el qué.

Tenías tu mano a tu lado en el sofá, mientras veías atenta la escena. Así que Hope al notarlo, discretamente llevó la suya hasta donde se encontraba la tuya, y comenzó a rozar sus dedos, haciéndote dar un salto ante la pequeña acción.

Tu solo le ofreciste una pequeña sonrisa, y entrelazaste sus manos, acurrucándote a su lado, apoyando tu cabeza en su hombro.

–Sabes qué. Ya no aguanto.–Te dijo, tomando tú rostro con ambas manos, y estrellando sus labios con los tuyos en un beso desordenado y desesperado.

Te recostó en el sofá, posicionándose sobre ti, ambas besándose desesperadamente y recorriendo el cuerpo de la otra con sus manos.

Apretó tus pechos robándote un gemido, dándole acceso a su lengua para entrar en tu boca, a la vez que apretabas su trasero.

La ropa comenzó a molestarles, así que poco a poco comenzaron a desnudar a la otra, quedando en solo ropa interior, ante sus miradas de lujuria.

–¿Estás segura de querer hacer esto?–Te preguntó posando una de sus manos en tú mejilla.

–Más que segura.–Le respondiste coqueta, volviendo a besar sus labios y trabajando en terminar de desvestirla, al igual que ella a ti.

Avengers preferencias 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora