Avengers preferencias 2

Qué pasaría sí... él te es infiel (parte 1/3)

Steve Rogers

Steve no podía ocultar cosas de ti, se ponía nervioso e intentaba evitarte la mayor cantidad de tiempo posible porque sabía que adivinarías de inmediato lo que le ocurría, de verdad le conocías muy bien.

Y eso es justamente lo que estaba pasando. Llevaba días extraño contigo, y estaba saliendo mucho. Y no con sus hijos.

Un día mientras estaba durmiendo por la mañana en su cama, y tú estabas despierta pensando en lo que les estaba pasando, su teléfono comenzó a sonar en repetidas ocaciones, notificando que le habían llegado mensajes.

Sabías que no debías revisar su teléfono, pero de verdad eran DEMASIADOS mensajes. Y como el abuelo no sabía ponerle contraseña, se te hizo muy fácil desbloquearlo.

Cuando pinchaste la notificación del mensaje, te llevó al chat de Sharon. Donde tenían conversaciones en las cuales se decían que se querían, algunas subidas de tono, y se mandaban ubicaciones para reunirse. Y lo último, fue que ella le envió una foto tapada con las sábanas de su cama, que apenas le cubrían su cuerpo desnudo.

La rabia te inundó, y tomaste el vaso con agua que había en tu mesita de noche para tirarselo en la cara.

–¡¿Qué mierda pasa contigo Steven Grant Rogers?!–Le gritaste mientras el Capitán se levantaba asustado de la cama.–¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!

–¿De qué hablas querida?–Te preguntó confundido, hasta que se dio cuenta de que tenías su teléfono en tus manos.

–¿Así que ahora no te recuerdas? Déjame refrescarte la memoria.–Le dijiste con la rabia evidente en tú voz, comenzando a leer sus mensajes.–"Oh Stevie, no puedo esperar para verte otra vez", "Lo sé preciosa, la noche anterior la pasamos de maravilla". Y esto es solo de hace dos días atrás.

–Q-querida, por favor, no es lo que piensas.–Habló preocupado, acercándose a ti.

–Querida nada Steve. No puedo creer que me hayas hecho esto.–Dijiste aguantandote las lágrimas, tirando el teléfono a la cama.–Vete a la mierda Rogers, me voy con mis hijos.–Le dijiste saliendo de la habitación para llevar a tus niños fuera de allí.

–¿Qué? No, ¿A dónde vas?–Te preguntó siguiéndote, mientras tomabas en tus brazos a Amelia, y a James lo ponías en su carriola, caminando hacia la puerta para tomar tú bolsa, llaves y chaqueta.

–Como sí de verdad te importara.–Dijiste con amargura, para luego cerrarle la puerta en la cara.

Tony Stark

Había sido un turno largo por la noche, y lo único que querías hacer era llegar a casa, y dormir abrazada a Tony. Pero cuando entraste en su habitación, le viste desnudo en la cama con una chica junto a él.

–¡¿PERO QUE MIERDA ANTHONY?!–Gritaste más despierta que nunca.

Tony se despertó de un salto, cayendo de la cama, mientras la otra chica se sentaba rápidamente y se cubría el pecho con las sábanas de la cama.

–T/N...–Susurró ignorando el dolor de cabeza.

–Hola...–Dijo la otra chica con una pequeña sonrisa, antes de que te acercaras a ella y le tiraras sus ropas en la cara.

–¡Vístete y andate de aquí ahora!–Le gritaste. Y una vez que tuvo su ropa interior puesta, la tomaste del cabello, tirándole para bajar las escaleras y sacarla de la casa, tal cual estaba, cerrándole la puerta en la cara, mientras Tony te seguía poniéndose su ropa interior.

–Linda perdóname. No sé que me pasó. Ella había venido a hacerme una entrevista, y creo que tomamos de más y—Te iba tratando de explicar, siguiéndote por toda la casa, hasta llegar a la puerta del cuarto de Maria.