1. Recuerdos reprimidos

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"Como un vaso de tequila a medianoche, una efímera vivencia que permanece en oblivio.

Un recuerdo dormido que despierta después de esperar su momento en los confines de la mente en el exilio."

Vegeta-dijo una voz a través de la puerta mientras un golpeteo resonaba. La persona que hablaba estaba tocando la puerta insistentemente-Vegeta, ábreme- solicitó la voz. Él dueño de la voz parecía estar algo alterado.

Ya cállate-dijo en un susurro uno de los hombres en la habitación, estaba recostado en el sofá.

Había tres personas durmiendo en esa habitación, uno dormía en el suelo, otro en el sofá y el dueño del cuarto en la cama.

Al ver que quien estaba detrás de la puerta no desistía de lo que estaba haciendo, el hombre que estaba en el sofá se levantó para abrir la puerta. Sintió un fuerte mareo en cuanto se incorporó de donde estaba acostado, tomó algunos segundos para poder estabilizarse mientras el que estaba afuera seguía llamando insistente.

Luego de que la sensación disminuyera un poco, se dirigió a la puerta para abrirla. Estaba con llave, después de buscarlas un breve tiempo las encontró tiradas en el suelo cerca de la puerta. Abrió rápidamente y el sujeto que estaba afuera entró.

Por fin abren-dijo el joven que acababa de ingresar a la habitación- ¿Dónde diablos estaban? ¿Por qué siguen durmiendo?-preguntó. Había notado la cara confundida de quien le había abierto, era un joven hombre moreno con cabello negro. Tenía una expresión adormilada en su rostro.

No sé, estos días han sido una locura. No recuerdo nada de lo que pasó la última semana-dijo sin demasiada preocupación el moreno.

Vegeta-dijo insistente el joven que había ingresado dirigiéndose a la cama. Tuvo que pasar cuidadosamente por encima del otro sujeto que estaba durmiendo en el suelo para evitar pasarlo.
Al acercarse a la cama movió levemente por el hombro al hombre que dormía en la cama. Escuchó un gruñido en cuanto lo despertó.

¿Qué diablos quieres?-preguntó de forma malhumorada el peliflama somnoliento.

Vegeta, hace una semana que no sabemos nada de ti ¿Dónde estabas?- preguntó con nerviosismo el sujeto que lo había despertado.

Ya deja de gritar Vegetto, tengo resaca-dijo con fastidio Vegeta sin demasiados ánimos de responder las preguntas que le hacía.

¿Estuvieron bebiendo?-preguntó confundido Vegetto a su vez, había sospechado algo de eso en cuanto vio que su otro amigo estaba durmiendo en el suelo.

No, a Raditz le gusta dormir en el suelo-dijo el moreno allí a modo de broma-Lo hace todo el tiempo. Pero parece que le gusta más hacerlo después de unas copas.

Ya deja de bromear Trunks-dijo irritado Vegetto, intentaba descubrir dónde había estado su hermano. No había sabido nada sobre su paradero por una semana-Si vuelven a desaparecer de esta forma la próxima llamaré a la policía-les advirtió.

Siempre dices eso cuando hacemos cosas sin ti, es por eso que no fuiste con nosotros-dijo Vegeta nuevamente algo malhumorado, los regaños de su hermano menor le parecían insoportables-Vete de aquí, soy adulto. No necesito decirte dónde estoy todo el tiempo, largo.

Pero Vegeta, soy tu hermano. Si desapareces así debes decirme a donde vas ¿Qué tal si te pasa algo?- preguntó preocupado. Vegeta resopló.

Fuimos de viaje, y no te llevamos porque eres aburrido- dijo seriamente a modo de respuesta.

¿A dónde?-preguntó nuevamente, al parecer estaban evitando el asunto para no decirle.

A Las Vegas-respondió Trunks-Fue increíble, aunque no recuerdo casi nada-dijo pensativo.

Memoria en oblivio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora