Capítulo 23

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Adrien parpadeó, sorprendido. No esperaba esa reacción, definitivamente.

Plagg salió de su camisa, y lo miró con reproche.

  - ¿Te gusta, o no? Sabes que ella quiere que le digas eso.

El rubio se recargó en la pared, mientras tiraba de su pelo. Cerró los ojos, mientras pensaba en Ladybug y en ella. Sin embargo, Ladybug ya no despertaba nada.

  - ¿Sí? ¡Carajo!

Salió del salón rápidamente, apresurándose para llegar a clase. Llegó un poco tarde, pero le dejaron entrar. Toda la clase sintió un par de ojos pegados en su nuca, todo el tiempo. Sabía porque. Pero no se atrevió a girar la cabeza.

  - Le voy a decir.- murmuró, para sí mismo, mientras apuntaba en sus notas la tarea de la clase.

Todos empezaron a guardar sus cosas, rápidamente para irse a casa. Él tenía que quedarse a esgrima, y sabía que la chica también, entonces no se apresuró. Pensaba un poco lo que iba a decir.

Con un mochila al hombro, se encerró en el vestidor, mientras se desesperaba.

  - ¡Es mucho más fácil cuando soy Chat Noir! ¿Qué demonios me pasa? No es difícil. ______, me gustas. ¿Pero por qué se siente así?

Plagg reía por lo bajo, mientras miraba como intentaba practicar su declaración.

Mientras tanto, el rubio se vestía y la miraba reír con su amigo, mientras se tiraba del pelo de nuevo.

  - ¿Qué tal si tiene algo con Félix y no quiere salir conmigo? O no le gusto...

  - Le gustas a medio París, ¿por qué no a ella?- inquirió el gato, con expresión de confusión.

  - ¡No lo sé!- respondió, mientras se rascaba la nuca.- Podría pasar....

Tomó su careta y su espada, y salió a practicar. Kagami le esperaba, como siempre.  Comenzaron a pelear, siempre igual que en la rutina. Adrien necesitaba desesperadamente una distracción.

Terminó la clase más rápido de lo que el rubio hubiera querido.

La vió, a punto de irse, en su mismo uniforme y despidiéndose de su compañero, y se acercó a ella. Podía notar el temblor de sus manos.

  - ¿______? ¿Podemos hablar?

Ella asintió, y lo siguió. No se le podía negar a nada.

Entraron de nuevo al mismo salón vacío. Adrien le daba la espalda, no quería que notara su nerviosismo, ni el tono granate de su rostro.

  - ¿Pasa algo, Adrien? Tengo que volver a casa rápido..

Él respiró profundamente un par de veces, hasta calmarse. Y entonces se giró.

  - Me pediste que aclarara mis sentimientos, y lo he hecho. Me gustas.

ɢɪᴠᴇ ᴜ ᴇᴠᴇʀʏᴛʜɪɴɢ ᴀɴᴅ ᴍᴏʀᴇ -      Adrien Agreste y LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora