10/2

45 5 0
                                    

Y si talvez...

Cuando llegue a la dirección había carros y motos estacionadas por todo el lugar, eran unas bodegas abandonadas se escuchaba la fuerte música y los gritos de los chicos.

-la estábamos esperando pantera- me dijo Tachibana haciendo una reverencia

-buenas noches jefa- esta ves fue Shuji

-buenas noches chicos, dejen de ser tan formales estamos en confianza- les sonreí para después entrar al la "fiesta" olía a tabaco y marihuana por todos lados, ese olor mezclado era horrible.

-joder no se que está pasando todo me da vueltas- decía Tachibana golpeando su cabeza.

-sal a tomar un poco de aire debe ser por los olores mezclados- le dije y ella dijo que si con la cabeza y me quedé con Shuji

-Tachibana nunca aguanta nada- dijo burlon

-no es ella por lo que se volvió loco tu antigüo jefe?- le pregunté

-si pero ella no tenía la culpa de sus problemas mentales

-que bueno que pienses se esa manera porque si te atreves a tocarla te mataré

Un rato después salí de las bodegas a tomar algo de aire, no podía dejar de pensar en los brazos de Sanzu rodeandome, necesitaba algo que me hiciera olvidarlo.
Shuji salió a fumar y se sentó a mi lado.

-es una buena noche, no crees?- me dijo

-si..-

El olor de su perfume y de mi cigarro se adentraba a mi nariz, lo ví de reojo y tenía los labios tan tentadores, ¿Podría ser cualquiera no?
Lo sujete de las mejillas él me miraba con una sonrisa.

-te gustaría hacerlo conmigo?-

-la pregunta ofende

Me sujeto de la nuca y me beso, solo podía escuchar el tronar de nuestros labios y nuestras lenguas conociéndose, se levantó y me tomo de la mano fuimos adentro de la bodega y bajamos unas escaleras en dónde había unos pequeños cuartos amueblados.

-alguien vive aquí?

-no, es solo por si acaso

Nuestros labios volvieron a encontrarse en un suave y tierno beso, sus manos iban por todo mi cuerpo subiendo y bajando con desesperación, quito mi playera miró con atención mi cuello pero decidió no preguntar, desabrochó mi sostén para dejar mis pechos expuestos cada una de sus manos estaba en cada uno de ellos, solté un chillido cuando pellizco uno.
Masaje su miembro sobre la tela que ya estaba erecto, desabroché y quite su pantalón, quitó su playera con una sola mano mientras la otra estaba en mi cintura, caminamos hasta llegar a la cama en la que me deje caer de espaldas, nuestras respiraciones agitadas se cruzaban, bajo mi pantalón con mis bragas y me miró con un brillo en sus ojos.

-todo esto se comía el pelirosa?-

-shh no hables de él, solo somos tú y yo ahora-

Bajo su boxer dejando expuesto su miembro, lo masajeo un poco y lo iba a meter.

-en mi pantalón hay un condón- el busco y efectivamente estaba ahí.
Lo coloco y se volvió a meter entre mis piernas, lo deslizó lento y mi cuerpo temblaba ante el placer, solo quería olvidarme de todo por un momento.
Entrelase los mechones de cabello entre mis dedos, podía ver todas y cada una de sus expresiones, no decíamos nada solo disfrutábamos del momento, beso mis pechos dejando una que otra marca, besaba mi cuello sentía ardor por las marcas que había dejado Mikey el día anterior pero no me queje.
Metía de manera lenta su miembro mi corazón aceleraba más y más, mis gemidos salían por si solos como si tuvieran vida propia deleitando los oídos del pelinegro, sus labios estaban más rojos de lo normal por los besos.
Avisé que me iba a venir y dió estocadas más profundas y rápidas, sentí caliente mi interior él también llegó a su orgasmo, iba a levantarme pero me detuvo.

DEVUÉLVETE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora