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-la junta se terminó, pónganse a trabajar- indique a Ugetsu.

Subí a mi carro directamente a mi casa cuando recibí un mensaje de Mikey diciendo que me esperaría en un hotel y era mejor que fuera o me iría peor, di la vuelta y me dirigí al dichoso hotel.

-Alice al fin llegas- me dejo entrar, era una habitación grande olía a lavanda y mezcal.

-para que me necesitas?-

-vas a recibir tu castigo por meterte en dónde nadie te dijo-

Me llevo a jalones a la cama quitando mi ropa, me puso unas esposas y me arrodilló.

-lo tragaras todo, bien?

Solo dije que si con la cabeza y saco su miembro erecto, empecé a meterlo a mi boca hasta lo profundo de mi garganta solo con un hilo de aire mi cuerpo se estaba calentando, mi parte íntima se humedecia y mis pezones estaban duros.
Empezó a meter cada vez más y su semen pasaba por mi garganta lo traje y unas gotas salían de mis labios, las limpie rápidamente pero una cayó.

-buena para nada- recibí una cachetada por eso, fuerte pero no lo suficiente para dejar marca permanente.
Se subió a la cama y se colocó un condón, veía cada uno de sus movimientos.

-volteate- lo hice y levanté mi trasero las esposas empezaban a lastimar mis muñecas, sujeto mi cabello diciendo que estaba mal que me metiera en sus asuntos, su miembro entro en mi segunda entrada causando un dolor inmenso.

Tenía la cabeza entre las sábanas mordiendolas para que el dolor de mis muñecas se calmara un poco.
Recibí una llamada no pude ver quién era pero era persistente.

-Mikey déjame contestar pude ser importante- le dije entre suspiros, se estiró para contestar mi celular sin dejar de penetrarme

-vas a contestar y pobre de ti si sale un gemido- era Ran

-hola que pasó?- mordí mis labios

-Alice, Tsukki tiene fiebre puse una banda fría en su frente pero no deja de preguntar por ti, tardarás mucho?

-en este momento salgo para haya- Ran colgó - Mikey me tengo que ir

-shhh yo digo si te vas o no

Ya no era placentero solo quería que terminara para que me dejara ir, luego de unos minutos sentí su líquido caliente - ya te puedes ir, solo por tu hijo no creas que eso fue todo

-esta bien- me quito las esposas, me vesti con rapidez, salí del hotel a mi auto.
Llegué rápido a mi casa, las luces estaban prendidas, subí a la habitación de Tsukki y estaba Ran cuidandolo.

-Mamá- toque su frente su temperatura no era mucha, saque un jarabe he hice que lo tomara, no tardó mucho en quedar profundamente dormido.

Ran se fue luego de unos minutos, me quedé casi toda la noche despierta cuidandolo.

Al día siguiente luego de dejar a ambos en el colegio fui al departamento pequeño, vería ahí a Sanzu que según él tenía algo que decirme, baje del carro y subí las escaleras abrí la puerta y estaba el sentado en el comedor.

-que pasó?- le dije cerrando la puerta

-Alice.. quiero que me des una última vez -

-ultima vez?-

-hazlo conmigo no tiene que ser la última pero si ya no sentimos lo mismo al hacerlo renunciaré a ti para siempre, te lo juro- pensé un instante pero también me ayudaría a mi a saber si aún lo quería.

Lo abracé por el cuello y lo bese, sus manos se posicionaron en mi cintura dirigiéndome a la cama, quedamos acostados él arriba de mi.
Mi cerebro decía que parará pero mi cuerpo no reaccionaba a sus indicaciones, los demás no habían podido llenarme y satisfacerme como lo hacía Sanzu con tan solo besarme, nuestra ropa fue desapareciendo entre los movimientos lentos que hacían nuestras manos.
Su miembro empezó a meterse en mi interior, mis gemidos salían como locos aunque no había brusquedad en sus movimientos era más bien lento y lindo, este momento quería que quedará en mi cabeza siempre sabía que no habría nadie que llenará esos espacios dentro de mi, que aunque me metiera con todas las personas de Japón mi corazón aun latía cuando Sanzu estaba cerca.

Se movía de manera suave, sentía toda su calidez en sus caricias.
De la nada mis ojos empezaron a gotear pero no era dolor era un sentimiento desconocido en mi pecho que me suplicaba gritar hasta quedarme afónico.

-estas bien?- pregunto Sanzu limpiando con sus dedos pulgares mis mejillas.

-estoy bien, es que no se lo que siento en este momento..- su miembro quedó dentro de mi sin moverse

- es un sentimiento inexplicable cierto? Tengo algo atorado en mi garganta que me podría gritar hasta que me escucharán al otro lado de mundo- empezó a moverse lentamente para por fin terminar, se recostó a mi lado y me tapo con las cobijas de la acogedora cama.

Quería decirle lo que sentía pero no quería quedar como estúpida.

-Alice.. que sientes en este momento?

-es algo inexplicable, miles de pensamiento y emociones están en mi pecho.. tu qué piensas?

-es como la primera vez que lo hicimos, recuerdas?

-si..

-yo en verdad siento todo lo que hice antes, el sentimiento de culpa me atormenta cada día los años que no estuviste a mi lado no lo voy a negar estuve con muchas mujeres pero ninguna lleno ese vacío

-pase una situación igual, Sanzu yo..

-casate conmigo- dijo rápidamente y rei

-es muy pronto, no crees? Si me gustaría pero no ahora

-hay que empezar de cero, solo pensemos en el presente.. olvidemos lo pasado y vuelve a dormir a mi lado.

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