Al Fondo De Mi Alma |+21|

Cap. 02: Sucesos

Pasa excesivamente rápido.

En tan solo un segundo Oscar se le lanza encima a Anthony y lo encuella estrellándolo contra los casilleros, yo brinco en mi lugar al escuchar el estruendo que hace el metal al chocar contra la espalda del asiático que intenta quitarse a mi hermano de encima.

Pero es inútil, es como tratar de lastimar a un tigre usando una pluma.

—Qué se supone que estabas haciendo, pedazo de mierda?— la voz de Oscar en este momento es simplemente escalofriante. El hecho de que esté rojo del coraje pero se muestre frío e inexpresivo es... bueno, cualquiera sentiría que está frente a un psicópata o asesino serial.

—Quién se supone que eres tú, animal?— nojoda, Anthony que siempre es tranquilo y ahora le da por hablar de más.

—Soy el que te va a reventar la madre como vuelvas a tocarla. Así o más claro?

—Oscar— hablo captando su atención —, ya basta.

—No.

—Déjalo.

—No.

—Por favor.

—No.

Pero es que este hijo'e su madre...

—Oscar!— insisto.

—No hasta dejarle en claro unas cuantas cosas.

—Y una mierda, déjalo antes de que me metas en problemas.

—Por qué estabas encima de ella?— no puedo con este pendejo.

—Creo que es más que obvio, genio— Anthony ni siquiera se esfuerza en ocultar el tono de molestia, y no lo culpo, si literal vino, lo lanzó al suelo y lo estrelló contra la pared sin decir nada.

—No me toques las pelotas que hablo en serio— amenaza logrando que vaya a tratar que suelte a Anthony, lo logro con ayuda de Alina y agradezco que Oscar tenga el no maltratar de ningún modo a las mujeres porque de lo contrario la hubiera dejado en el suelo con un simple empujón.

Cuando logramos poner distancia entre los dos me coloco frente a mi hermano tratando de hacer que nos vayamos. Pero no deja de lanzarle sandeces al asiático que le responde con todas las ganas y ya para este punto me sorprende que no hayan llamado a algún profesor.

Aunque igual, en qué momento? Si de lo que están pendientes es del chisme.

—Como te vuelva a ver haciéndole algo te mato a golpes— lo señala echando humo por las orejas.

—Solo fue un beso!

—Me importa tres hectáreas de mierda, no la vuelves a tocar o a acercarte a ella.

—Qué tiene de malo?— sigue ignorando la advertencia implícita en la mirada de Oscar.

—Que no tienes derecho de tocarla, carajo!!

—Según quién!?

—Según yo.

—Y quién eres para decidir por ella? Eh!?— da un paso al frente sosteniéndole la mirada, yo trato de evitar que Oscar haga lo mismo y terminen agarrándose a golpes aquí mismo pero por más que sea, soy de 1.56 y mi hermano de 1.90, no es como que pueda hacer mucho.

—No es tu jodido problema. Es mía— ya se había tartado. Hace eso desde que tengo dos años —, así que aléjate.

—No me voy a alejar una mierda.

—Quieres ver cómo sí?

—Ay papi— jadea haciendo que volteemos a verla, todos con una expresión clara de "más o menos?" Implantada en la cara.