Después de mi sesión particular de "terapia artística", una breve pero grata conversación con Annabel y un café con leche subo para encontrarme con Alina, Anthony y Trevor en el salón.
Parker también está aquí. Supongo que no quería quedarse atrás siendo el profesor.
Qué dedicado.
En fin, todos están estirando y platicando de forma casual.
Yo también lo haría, pero opto por dar un saludo colectivo y estirar junto a la barra.
No estoy de humor para hablar.
Estoy más calmada, sí. Pero hoy no estoy para ser un sol. Además, no es que quiera estar muy habladora que digamos si los muchachos me están viendo cada dos por tres porque el profesor no deja de verme.
Qué le dio?
Me mira, entorna los ojos, medio frunce en ceño y luego deja de verme como si la vista lo hubiera espantado solo para volverlo a hacer a los dos minutos.
Decido ignorarlo, pero me la pone difícil cuando comienzan a llegar los demás, da inicio a la clase y ni aún así deja de verme como pasmarote.
Me doy cuenta que de vez en cuando mira también a los otros, pero solo los corrige y vuelve a mirarme como si quisiera volverme de piedra.
Intento sostenerle la mirada a ver si deja de hacerlo, pero solo logro que un par de miradas se posen sobre nosotros dos.
Ok... esto ya se me está haciendo incómodo. Sino deja de verme así me va a importar una mierda que sea el profesor y le voy a dejar un par de cosas claras.
Solo por si acaso, me acomodo el cuello.
Tendré que usar cuello de tortuga por unos días para cubrir el chupón y los rasguños. Usaría maquillaje, pero siendo honesta el maquillarme no se me da muy bien que digamos. Lo que sí puedo decir con toda seguridad que me sale bien es el delineado en los ojos.
Dejo de perder tiempo pensando en si me ven o no y presto atención a la nueva rutina. Con Parker hay que tener cuidado a la hora de aprenderte algo. Él no explica ni aclara más de dos veces, por lo que debes estar pendiente hasta de las correcciones que no son para ti.
Si lo agarraste excelente, sino, quítate de en medio y no seas un estorbo para los que sí quieren hacer bien su trabajo.
Sus palabras textuales que salieron de su boca, no mías.
Solo aclaro.
—Tienes que abrir el diafragma Stephan— el chico al que le está hablando asiente y vuelve a abrir los brazos para dibujar el orbe invisible que lo rodea. Sus piernas están en tercera, su torso en diagonal y en tombe à l'avant. A medida que sus brazos pasan de la quinta segunda y preparatoria suelta el aire que había agarrado haciendo que el paso se vea... —Mejor.
Lo que decían de él es totalmente Real.
Es estricto, perfeccionista, dedicado, implacable y meticuloso.
Pero también es... cómo decirlo... no es malo. Lo que pasa es que ama tanto la danza que a veces parece un dictador.
Pero mamá era igual o peor.
Por lo tanto tendrá que acostumbrarse a no verme intimidada. Incluso si por dentro me estoy cagando de miedo. Y no por fallar, sino por llegar a parecer presumida si hago ver fácil lo que él está enseñando, cosa que no es.
Porque a diferencia de cierta rubia, que por cierto me dedica una mirada de superioridad antes de pasar a las diagonales, a mí no me gusta llamar la atención.
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Al Fondo De Mi Alma |+21|
RomansOboro Mendoza es una joven bailarina cuyo propósito en la vida es expresar con su cuerpo y alma aquello que atormenta su mente desde aquel día en que perdió a sus padres. Después de conocer a Andreas, su vida comenzará a ser una montaña rusa de suce...