©𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀 𝐒 𝖙𝖆𝖗𝕶

𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍𝐓𝐄𝐄𝐍𝐓𝐇!

DOS AÑOS DESPUÉS

LAS COSAS ESTABAN con más calma de lo normal, la Torre estaba inhabitada, siendo tres personas quienes la habitaban, Tony había decido mudarse a una casa que quedase más cerca la escuela de Nesryn y de las empresas Stark, por lo que ahora en un lugar mas reducido, la compañía familiar aumentaba. Nesryn lo presentía, y ella sabía que la presencia constante de Druig en su casa no era coincidencia, aunque no le molestaba la presencia del Eterno, se llevaban mucho mejor que antes, una amistad genuina incluso con Peter con el que Nesryn no tenía nada más definido que una amistad con el joven araña, pero de momento estaban bien así.

Los planes de una boda se aproximaban y en Nesryn no cabía más felicidad, su padre y Pepper eran un enorme complemento en su vida que estaba por terminarse de juntar, pero que la hacían pensar, ¿donde estaba su complemento?, y entre más lo pensaba dos rostros se asomaban con demasiada claridad. Con miedo, era algo que Nesryn se limitaba a pensar en la soledad de su habitación observando al techo, jugando con Theron que brincaba en su pecho y con Mandarina que dormitaba, teniendo los tamaños de dos perros cachorros le hacían compañía en la cama, además de los intensos sueños que seguía teniendo y que comenzó a anotar en su computadora.

Ya había soñado con la muerte de personas sin conocer y de las que conocía, la más recurrente era la de ella, siendo atrevesada por una enorme mano, justo en el centro de su cuerpo. De las que más temía era la de su padre, con la que no había dejado de soñar por una semana y de la que más detalles deseaba saber. Cuando le había preguntado a Druig acerca de los sueños recurrentes no había sabido darle una respuesta coherente, y desapareció por días.

La graduación de Nesryn se aporximaba, y como rutina familiar, Pepper, su padre y ella habían salido a trotar al parque, ella se quedaba pasos atrás para darle chance a la pareja de filtrear un poco entre ellos, con sus audífonos a todo volumen se acerco lentamente bajo la sombra de un árbol donde ambos adultos se habían detenido a platicar. Al poco tiempo su padre le quito los audífonos.

— ¿Tu que piensas Eli? — le dijo, a lo que ella extrañada enarco una ceja —. No estuviste escuchando, claro, hablaba de un bebé.

— ¿Estás embarazada? — cuestionó con rapidez Nesryn hacia la rubia, quien rápidamente negó.

— Solo es tu padre con sueños cada vez más raros. Por que si quisiera un bebé, no hubiera echo aquello. — contestó Pepper señalando el centro del pecho de su padre, donde yacía el nucleo de su cirugía.

— Te dije que le molestaría. — respondió Nesryn. —. De cualquier forma, ojalá haya un bebé algun día, sería lindo. — su proxima madre le sonrió y acaricio su cabeza. El cabello de Nesryn volvia a estar corto, y teñido de negro, aunque esto último gracias a los productos químicos, se dio cuenta que tener el cabello largo implicaba tener que peinarlo todas las mañanas, acto que no estaba dispuesta a cometer.