©𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀 𝐒 𝖙𝖆𝖗𝕶

𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐒𝐄𝐂𝐎𝐍𝐃!

SI PUDIERAMOS Describir lo que veían los ojos de Nesryn tal vez encontraríamos mucho de lo mismo, grandes cráteres con paredes destrozadas, el suelo hundido, un olor a quemado y corrientes de polvo que van y vienen. Ese sentimiento que ya se les había dicho, todavía no lo olviden, porque se le sumaran más cosas.

Estaba a un lado de su padre, de su tío Steve y de Thor, observando con los rostros sucios con una combinación de sudor, polvo y sangre.

—¿Dónde esta el guante? — pregunto Steve.

—En algún lugar debajo de todo esto — respondió su padre que sostenía su mano como si en cualquier momento ella se fuera a desvanecer —. Solo se que el no las tiene.

—Así hay que mantenerlo.

—Oiga, es una trampa, ¿verdad? — dijo Thor que estaba bastante cambiado desde la ultima vez que Nesryn lo vio.

—Sí — le dijo ella —. Aunque no creo que importe mucho.

—Bien — contesto Thor —. Mientras todos estemos de acuerdo.

Entonces los primeros truenos comenzaron a aparecer y el cielo se movilizo junto con las nubes oscureciendo aun más todo. Los rayos aparecieron al igual que las armas de Thor y eso apenas estaba comenzando. El cuerpo de Nesryn se lleno de una gran adrenalina y sus Desviantes rugieron con fuerza que los escombros temblaron.

—Hay que matarlo como se debe.

El plan consistía en que Nesryn sería el apoyo escondido en alguna parte de todo lo destruido mientras que los otros tres se encontraban con Thanos. Pero ella había visto eso, y no se quedaría esperando a salir a enfrentarlo con una espada a sabiendas de lo que eso había traído la ultima vez. Entonces escondida se arrodillo y coloco las manos en el suelo, buscando los recursos que su poder necesitaba, enterro las manos en el suelo hasta que sus dedos se lastimaron y su mente comenzó a doler, veía recorrer el liquido de los cuarzos por miles direcciones que llegaban hasta donde ella los necesitaba, y a sus espaldas los rugidos comenzaron a escucharse en grupos, las alas empezaron a levantar polvo. Sus Desviantes le respondían, su poder estaba en su máximo limite y ella solo podía pensar en que no era diferente. No podía levantar las manos todavía, aunque una pelea estaba en marcha y lo sabia por los ruidos. Theron y Mandarina comenzaron a agitarse a su lado hasta que los clavo en el suelo y los hizo crecer, crecer tanto como era necesario, guiar al resto de su ejército construido al perímetro hasta que sus manos se entumieron y tuvo que despegarse.

Entonces escucho el llamado de su tío por el auricular.

—Arishem... — llamo Nesryn —. Ayúdame por esta vez.

Salió de su escondite corriendo desenfundado sus dos largas espadas y dando un ultimo brinco hasta llegar a donde estaba Thanos, colocándose en medio de él y su tio derribado en el suelo, deteniendo el arma con las de ella.