𝖢𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗌𝗂𝖾𝗍𝖾.

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Su intención había sido darle a Hange un beso rápido y despedirla, pero en cuanto sus labios rozaron los de ella sintió como si entre ellos se hubiera encendido un fuego.

Hange recibió su beso con la misma pasión vibrante que ponía en cada una de sus discusiones. Era todo calor y sentimiento. Sabía al té dulce que había bebido durante la cena y al helado de caramelo del postre. Su pasión era tan intensa y ardiente que parecía casi torpe. Su lengua le lamió de forma audaz. Le sujetó la parte de atrás de la cabeza cuando giró la boca sobre la suya. Su torpeza le excitó más que cualquier experimentada seducción. La sangre le bullía en las venas y alimentaba su erección.

Hange giró su cuerpo hacía allí como si deseara desesperadamente frotarse contra él pero no tuviera muy claro como moverse en los confines del asiento delantero. Levi llevó la mano a la palanca que había debajo del asiento, tiró de ella y el asiento se reclinó todo lo que daba de sí. Entonces estiró las piernas y colocó a Hange sobre su regazo de modo que la tuvo a horcajadas.

Ella gimió en señal de aprobación, frotando la juntura de sus piernas contra su creciente erección. Apartó la boca de la suya, echó la cabeza hacia atrás y gimió en voz alta. Apretando las caderas contra las suyas, se estremeció de forma visible. Combinada con la deliciosa presión contra su pene, la imagen de su excitación resultaba tan erótica que Levi estuvo a punto de alcanzar el orgasmo allí mismo.

Luchando por controlar su creciente pasión, observó indefenso como Hange se quitaba la chaqueta. Estuvo a punto de aullar cuando se llevó los dedos a los botones de la camisa, pero el último jirón de cordura le llevó a sujetarle la mano para impedírselo.

Con toda la delicadeza que pudo, la apartó de su regazo, abrió la puerta y salió del coche.

—Levi, espera… —jadeó ella.

Levi se inclinó para hablar con ella a través de la puerta abierta. Hange se llevó la chaqueta al pecho y la agarró con fuerza. Parecía confundida y deliciosamente desaliñada. Levi aspiró con fuerza el aire y trató de recuperar el control, pero desafortunadamente, el interior del auto estaba cargado de su dulce aroma.

—Sal del auto —le pidió con dulzura.

Ella salió a toda prisa, pero Levi extendió una mano para evitar que se acercara demasiado.

—No lo entiendo —murmuró Hange.

La confusión de su rostro se convirtió en una expresión herida. Se sintió tentado a abrazarla, pero si volvía a tocarla sabía como terminaría aquello: con los dos desnudos en la habitación o tal vez no llegaran tan lejos. Tal vez la tomaría contra la puerta de entrada, o encima del capó del Hornet. Por muy tentadoras que resultaran aquellas fantasías, no quería que su primera vez fuera así. Quería saborearla, colmarla de atenciones. Pasar horas con ella para descubrir todos y cada uno de sus rincones, pero no iba a hacerlo aquella noche.

—Yo solo… —comenzó a decir. Se interrumpió y aspiró con fuerza el aire—. Vamos a ir despacio, ¿Te parece? Como habíamos dicho.

—De acuerdo —Hange asintió, pero entonces avanzó un paso más hacia él.

Levi alzó una mano para detenerla.

—Quiero decir que vayamos despacio con la relación, no que vayamos despacio a la cama.

—Oh —Hange pareció entenderlo entonces y frunció el ceño.

—No hay prisa. Mañana por la noche volveremos a Vista del Mar. Veremos qué pasa entonces.

—Supongo que está bien —frunció todavía más el ceño.

Tenía que estarlo. A pesar de su ansia, Levi tenía la sensación de que no era tan experimentada como quería hacerle creer, lo que la hacía todavía más vulnerable a sus ojos. No quería precipitarse a una relación sexual para la que ella no estaba preparada, quería tomarse las cosas con calma con ella. Había muchas posibilidades de que fuera capaz de ver bajo su capa de superficialidad al hombre que había debajo. Cuando eso ocurriera la dejaría ir. Tal vez ocurriera más pronto que tarde, pero cuando sucediera quería que Hange lo lamentara lo menos posible. No podría soportar que otra mujer lamentara haber estado con él.

𝐍𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐨𝐫; 𝐥𝐞𝐯𝐢𝐡𝐚𝐧 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora