NOTAS
¡Hola, familia!
¿Cómo llevan la semana? Espero que muy bien y que este capítulo les aporte más bienestar aún. Equivale a una parte del de "Postcita" en "La hermana de mi novio". Cupido venía haciendo de las suyas y aquí... Bueno, a leer, ¡ja!
Les deseo una semana fructífera. ¡Un besote!
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¿Te conquisté?
La puesta de sol nos acompaña durante nuestro paseo de regreso por el mar arenoso. La inspiración se apodera de mí, seguro que por lo emocionante que ha sido esta cita con Ani. El lente de mi cámara enfoca el paisaje y mi dedo congela para siempre la belleza que nos rodea con un simple disparo. Las aves, las suaves siluetas de la arena, las espumosas olas, el horizonte enrojecido por los últimos rayos del día. Todo me cautiva, pero nada iguala a Ani cuando ocupa el visor. Este es el momento perfecto que esperaba para buscar el contraste entre las fotos de antes y las de ahora en el atardecer.
—¡Ani! ¡Ani! Mira a la cámara. Ahora, al oeste. Sonríe —le indico durante un huracán de disparos. Mientras ella posa para mí, yo cambio de ángulo con frecuencia en busca de la foto perfecta, aunque también porque quiero tener varias de ella con su melena rojiza mecida por la brisa y fundiéndose con el volcánico cielo en el fondo—. Ani, tú favoreces el atardecer rojizo con tus cabellos de cobre.
—¿Qué dices, bobita? —expresa risueña y capturo su esencia.
—Esta eres tú, Ani. —Así te veo yo—. Mira. —Le muestro la foto que sostengo con amor. Ella, en el centro, exhibe la sonrisa que me enamoró, incluso más intensa que aquella. El resplandor del sol se extiende a su alrededor como llamas rojizas que se mezclan con sus cabellos cobrizos. Es divina. Mi ángel de fuego. Mi sol—. Tú eres el sol.
—Laurita... —pronuncia al contemplarse y, ruborizada, clava los ojos en mí con un brillo extraordinario—. Quiero contigo también. —Suena casi como un «Quiero estar contigo también».
No le nacen más palabras, pero me conformo con su forma de agarrarme por la cintura y voltearme para posar detrás de mí. Me rodea con los brazos, se me arrima todo lo que puede, y acomoda la barbilla sobre mi hombro. Desinhibidas, recreamos incontables muecas entre risas y expresiones chulescas mientras acciono el disparador como si gastara el botón del mando de una consola. Mis favoritas son las protagonizadas por su besuqueo en mi cara y sus mimosos pellizcos en mis mofletes inflados.
Creo que este ha sido el día más feliz que he tenido en mucho tiempo. Con otras palabras, eso reflejo en una publicación compartida con Ani.
—Y bien, ¿te ha gustado nuestra cita de amigas? —me consulta Ani tras entrar en el apartamento.
—Es la mejor que he tenido en mi vida. Te lo dije, la repetiría infinitas veces —le digo con gran entusiasmo.
—Necesitaba asegurarme, ya que yo no he estado a tu altura preparando sorpresas. Todo fue un poco improvisado. —De hecho, sí me sorprendiste con tus improvisaciones.
—No necesitas hacer grandes cosas para sorprenderme. —Entregándome con una insinuante mirada y mordiéndome el labio inferior, imploro que me bese. Ahora que puede, que estamos solas, no hace nada—. Muchas gracias, Ani. Ha sido una tarde maravillosa.
—¿Y no seré recompensada? —Percibo su coqueteo tras su tono juguetón. Quieres que sea yo la que dé el paso y te bese, ¿no, Ani?
—¡Ja, ja, ja! No, por ahora estamos en paz. —Mentira, te pienso sorprender—. ¿Te importa si me ducho primero? —Necesito extinguir el incendio que provocaste en mi interior antes de que abrase hasta la última gota de mi voluntad.
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La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]
Ficção Adolescente¿Rechazarías la compañía de la soledad cuando no puedes confiar en nadie más? La vida me mostró a temprana edad el verdadero rostro de la gente tras sus máscaras de superficialidad. En mi oscura adolescencia, el amor de mi alma gemela ha sido lo úni...