12 - La fiesta III

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NOTAS

¡Sorpresa, familia!

Sé que esperaban el capítulo para el fin de semana, pero... 

Me sentí como un gorrión que no alimentaba a sus desamparados polluelos cuando leí sus comentarios. También viví en carne propia ser Eric con frases tipo "nos dejaste a medias...". ¡Cuánta maldad en sus corazones! 

¡Ja, ja, ja! Lo cierto es que ya tengo la mitad del capítulo terminado y me apetecía sorprenderles para alegrarles lo que llevamos de semana. Sufrirán porque... lo bueno que tanto ansían me lo reservo, ¡ja, ja!, pero no podrán quejarse porque les he horneado estas líneas para que se diviertan. 

Gracias por todos los comentarios en IG y FB, siempre me alegra leerles, y gracias a las nuevas personas que me siguen y que se unen a esta familia. Recuerden comentar aquí también todo lo que les pase por esas mentes brillantes porque luego me pasearé para cotillear... 0.0 Y quién sabe si empezamos a hacer gala de nominaciones con los comentarios más ocurrentes, ¡je, je, je!

¡Feliz miércoles, familia! ¡Un beso enorme!

PD: Aprendamos a bailar con Adrián...

PD2: ¡Feliz cumpleaños para una de esas personas tan especiales que me apoya a diario! Sé que leerás esto y sabrás que es por ti. Espero que pases un día estupendo y que este capítulo inesperado te alegre como si fuera un regalo. ¡Un fuerte abrazo!

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La fiesta III

No fue una buena idea empinarme lo que me quedaba de bebida porque la distorsión de mi percepción se ha agudizado. La gente se tambalea como la llama de una vela y los puntos luminosos se desenfocan como estrellas. Me esfuerzo a nivel mental para combatir la incoherencia de mis pasos hacia un lado y la sensación de desviarme hacia el opuesto.

No obstante, porto conmigo la satisfacción retenida en mi retina antes de darle la espalda al grupo. Patricia y Roberto alzando las cejas y empinando el morro con asombro, Claudia salivando ácido como un xenomorfo y la petrificación de Ana, que convirtió su sonrisa en la horrenda expresión de Medusa antes de perder la cabeza. De hecho, creí que exprimiría el vaso por la agitación que noté en su pecho.

—Mami, te voy a enseñar lo que es bailar de verdad. No vas a encontrar a otro tipo como yo —alardea Adrián de camino a la pista.

—Enséñame lo básico porque yo no sé bailar. —Eso es lo único que quiero de él. Bueno, y que ejerza de títere para seguir mortificando a Claudia.

—Eso está hecho, bombón. Diste con el tipo indicado.

Nos situamos en la zona de baile sin adentrarnos en el tumulto, desde donde aún puedo vigilar al grupo. Enseguida, el muy acaparador se me echa encima y me agarra por la cintura. Me siento como un trozo de carne en las manos de un despiadado carnicero. Además, aunque su perfume es agradable, el resto de su hedor masculino me provoca más nauseas que las del alcohol.

—Tu mano de princesa por aquí. —Me guía hasta posarla en su hombro, obligándome a que me le arrime más porque es alto y apenas alcanzo. Muy listo, pero lo lamentará—. Y nos cogemos con las otras por acá. Déjate llevar, nena.

Adrián se desencaja como una marioneta movida por los hilos. No imaginé que esa masa de músculos tan rígida pudiera moverse con la soltura de una gelatina. Por lo visto, no mentía al presumir de saber bailar.

—¡Je, je, je! No seas tímida, muchacha —dice ante mi incapacidad para seguirle el ritmo—. Mira, sacude los hombros así. —Se luce para que lo imite.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora